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The latest information about the 2019 Novel Coronavirus, including vaccine clinics for children ages 6 months and older.
La información más reciente sobre el nuevo Coronavirus de 2019, incluidas las clínicas de vacunación para niños de 6 meses en adelante.
Con solamente cinco años, Ava Menefee estaba sufriendo de episodios espantosos parecidos a los accidentes cerebrovasculares llamados ataques isquémicos transitorios (TIA, por sus siglas en inglés). En estos episodios, un lado de la cara se caía temporalmente, y perdía la sensación en una mano.
La afección de Ava, llamada moyamoya (palabra japonés para "nube de humo"), es cuando el cerebro no desarrolla los vasos sanguíneos grandes que necesita; en vez de eso crea grupos de vasos sanguíneos parecidos al humo que son frágiles. Sin tratamiento, los TIA de Ava probablemente hubieran escalado más adelante a accidentes cerebrovasculares completos, que provocarían daño cerebral permanente.
Después de que una cirugía inicial para arreglar su afección falló, les dijeron a los padres de Ava que otra intervención quirúrgica cerebral sería imposible. Sintiéndose desesperados, buscaron una segunda opinión,
y encontraron al Lucile Packard Children’s Hospital Stanford y al Dr. Gary Steinberg, doctorado, uno de los principales expertos en el mundo en reparación quirúrgica del moyamoya.
La primera cirugía de Ava sin éxito había utilizado las arterias y el músculo del cuero cabelludo que normalmente se usan en la reparación del moyamoya. Pero el Dr. Steinberg ofreció un plan audaz. "Cuando todo lo demás falla", dice, "intentas esto".
Steinberg y su colega, el Dr. Sanjeev Dutta, propusieron estrechar una red de vasos sanguíneos en el abdomen hasta el cerebro de Ava. Dejarían la red de vasos pegada a su irrigación sanguínea en el torso y harían un túnel para pasar los vasos sanguíneos por debajo de la piel a lo largo del cuello de Ava hasta la superficie del cerebro.
Para asistir en la cirugía, Steinberg trajo al Dr. Sanjeev Dutta, un especialista en cirugía pediátrica mínimamente invasiva. Funcionó. Los TIA de Ava se hicieron mucho menos frecuentes y graves, una buena señal de que se están empezando a formar nuevos vasos sanguíneos en el cerebro.
"El pronóstico de Ava es excelente para que viva una vida normal", dice Steinberg.
El procedimiento poco común, y el trabajo en equipo que requirió entre especialidades quirúrgicas distintas, proporcionó "un perfecto ejemplo del tipo de colaboración que podemos lograr en Packard Children's", dice Dutta.
Dos años después, Ava está prosperando.
"Ella es la persona más fuerte y valiente que conozco", dice su mamá. "Somos muy afortunados de tener una instalación como Packard Children's tan cerca. Sabemos que estamos en las mejores manos".
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