Carga...
The latest information about the 2019 Novel Coronavirus, including vaccine clinics for children ages 6 months and older.
La información más reciente sobre el nuevo Coronavirus de 2019, incluidas las clínicas de vacunación para niños de 6 meses en adelante.
Cualquier crecimiento de tejido anormal que forma una masa en el cerebro es un tumor cerebral. Aunque hay muchos tipos de tumores—cada uno con sus propiedades, ubicaciones comunes, tipos de células y posibles resultados—todos tienen riesgos y se deben diagnosticar cuidadosamente y tratar de manera apropiada. En años recientes se han visto grandes avances en el tratamiento de tumores cerebrales. Gran parte de ese progreso ha ocurrido aquí en el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford, donde algunos de los mejores especialistas de tumores cerebrales pediátricos del mundo se dedican a entender y tratar la afección.
Unos 4000 niños en los Estados Unidos son diagnosticados con tumores cerebrales cada año. Ya que los cerebros de los niños se siguen desarrollando, los tumores que tienen son distintos de los tumores de los adultos, tanto a nivel estructural como a nivel molecular y biológico. Afortunadamente para nuestros pacientes jóvenes, los tumores infantiles, en general, son mucho más tratables que los de sus contrapartes adultas. En primer lugar, mientras que la mayoría de los tumores adultos se han propagado (o han hecho metástasis) al cerebro de alguna otra parte del cuerpo, la mayoría de los tumores cerebrales infantiles se originan ahí mismo. Eso quiere decir que el tratamiento, también, puede permanecer más localizado. Si se diagnostican sus tumores cerebrales lo suficientemente pronto y se tratan de forma apropiada, muchos pacientes jóvenes siguen llevando vidas normales. Debido a las diferencias entre los tumores infantiles y de adultos, es preferible, si es posible, tratar a los pacientes jóvenes en centros especializados en tumores cerebrales pediátricos como el Packard Children’s.
Todos los tumores cerebrales surgen de células cerebrales normales que están fuera de control. Algunos tipos resultan de cambios celulares que intercambiaron genes y provocan un crecimiento descontrolado. Otros resultan de cambios que apagan los genes que normalmente suprimen el crecimiento. En ambos casos, la enfermedad piratea un código celular esencial y provoca que falle. Un padre puede pasar algunos de los genes que provocan cáncer que han sido "pirateados", pero la mayoría de los errores en el código, llamados mutaciones genéticas, ocurren de forma espontánea y no se sabe el por qué. Se llaman idiopáticas.
Los tumores pueden provocar distintos síntomas, dependiendo de qué partes del cerebro afectan. Por ejemplo, un tumor cerca de la glándula pineal puede alterar la secreción de melatonina, una hormona que ayuda a regular el ciclo del sueño. Un tumor que crece cerca de los nervios que conectan los ojos con el cerebro puede cambiar la visión. Ya que los tumores cerebrales crecen en un espacio cerrado dentro del cráneo, muchos de ellos al final provocan un aumento en la presión intercraneal y entre los síntomas que pueden presentarse se encuentra: dolor de cabeza, debilidad, náuseas, vómito o convulsiones. En algunos casos, los síntomas aparecen de manera repentina cuando el tumor alcanza cierto tamaño o entra en una zona del cerebro en particular. En otros casos, los síntomas aparecen y se intensifican de manera gradual.
Hay varios tipos de tumores cerebrales infantiles. En el nivel más amplio, todos se pueden dividir en dos tipos: malignos y benignos. La palabra "maligno" a grandes rasgos significa agresivamente dañino. Los tumores son malignos cuando están compuestos de células cancerígenas, cuando ocupan zonas particularmente peligrosas o cuando están creciendo rápido. La palabra "benigno" significa ligero o inofensivo. Los tumores con esta clasificación generalmente presentan una amenaza menor, pero a menudo siguen requiriendo de extirpación quirúrgica.
La clave para mapear el tratamiento en cada caso es determinar precisamente qué tipo de tumor cerebral tiene un niño y obtener una imagen de alta resolución de sus dimensiones y márgenes. Los cirujanos, oncólogos, neurólogos, neuropatólogos y neurorradiólogos del Packard Children’s son de los mejores del mundo. Colaboran para desplegar imagenología diagnóstica y tecnología quirúrgica de vanguardia para identificar y tratar tumores cerebrales rápida y minuciosamente, al tiempo que navegan la ruta más segura y menos perturbadora para el mejor resultado posible para cada paciente.
© 2023 Stanford Medicine Children's Health