Descripción general de infecciones maternas y fetales

Una infección es la invasión y multiplicación de microorganismos en el cuerpo. El cuerpo puede responder de diferentes maneras, dependiendo del tipo de infección y de su alcance. Una enfermedad infecciosa es originada por uno o más de los siguientes organismos:

  • Virus

  • Bacterias

  • Parásitos

  • Hongos

Las enfermedades infecciosas abarcan desde enfermedades comunes como un resfrío hasta enfermedades mortales como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA o AIDS, por sus siglas en inglés). Según la enfermedad específica y el país (algunos países con higiene comunitaria deficiente todavía pueden experimentar enfermedades transmitidas a través del agua), una enfermedad infecciosa puede propagarse en todas o alguna de las formas siguientes:

  • Transmisión sexual. Transmisión de una infección por medio de actividades que involucran contacto sexual, entre ellas, el coito.

  • Transmisión a través del aire. Transmisión de una infección a través de la inhalación de partículas de la enfermedad transportadas por el aire, las cuales llegan a ella cuando una persona infectada tose o estornuda.

  • Transmisión a través de la sangre. Transmisión de una infección a través del contacto con sangre infectada como por ejemplo, al compartir agujas hipodérmicas.

  • Contacto directo con la piel. Transmisión de una infección a través del contacto con la piel de una persona infectada.

  • Transmisión a través de insectos. Transmisión de una infección a través de insectos, como por ejemplo mosquitos, que extraen sangre de una persona infectada y luego pican a una persona sana.

  • Transmisión a través de los alimentos. Transmisión de una infección a través del consumo de alimentos contaminados.

  • Transmisión a través del agua. Transmisión de una infección a través del contacto con agua contaminada.

  • Otros mecanismos que pueden transmitir una enfermedad.

En los países desarrollados, la mayoría de las infecciones se disemina o propaga por transmisión sexual, aire, sangre y contacto directo con la piel.

Durante el embarazo, las infecciones son una complicación común. En esta etapa, las mujeres pueden ser más susceptibles a los efectos de la infección porque su sistema inmune está suprimido naturalmente. Las infecciones pueden provocar problemas para el feto en desarrollo y poner en riesgo la salud de la madre. Algunos organismos que no causan problemas en las mujeres no embarazadas pueden ser peligrosos durante el embarazo. Otros organismos no son dañinos para la embarazada, pero sí pueden serlo para el feto.

¿Cuáles son los síntomas de una infección?

Los síntomas de una infección dependen en gran medida del organismo que la origina. Además, las mujeres que tienen una infección durante el embarazo pueden o no presentar síntomas obvios, o tal vez presentar síntomas diferentes de una infección. Los síntomas de una infección pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Consulte siempre a su médico para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica una infección?

El diagnóstico de una infección depende de los síntomas y de los antecedentes de exposición al organismo. Pueden realizarse varios exámenes de rutina para descartar infecciones comunes. Algunos ayudan a determinar la inmunidad de la madre a una enfermedad infecciosa, como por ejemplo la rubéola. Otros, como los exámenes de sangre, los cultivos o las muestras de tejido, solo se utilizan cuando son necesarios para un diagnóstico.

Tratamiento de una infección

El médico determinará el tratamiento específico basado en lo siguiente:

  • Embarazo, estado de salud general e historia clínica

  • Gravedad de la enfermedad

  • Tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias

  • Expectativas para la evolución de la enfermedad

  • Su opinión o preferencia

  • Tipo de infección

Prevención de infección

Algunas infecciones, como las de las vías urinarias, no pueden prevenirse. La prevención de otras infecciones depende del método de transmisión. Las mujeres pueden reducir el riesgo de contraer algunas enfermedades infecciosas evitando el contacto con el organismo que las origina. Por ejemplo, la toxoplasmosis, que se encuentra en las heces de los gatos, puede prevenirse evitando el contacto con las cajas sanitarias. Las enfermedades de transmisión sexual pueden prevenirse evitando el contacto sexual con una pareja infectada.