Tratamiento de la artritis y otras enfermedades reumáticas en los niños

Desafortunadamente, no hay cura para la enfermedad reumática (con la excepción de la artritis infecciosa, que se puede curar con antibióticos si se detecta o diagnostica temprano). La meta del tratamiento es limitar el dolor y la inflamación, a la vez que se garantiza la función óptima de la articulación. Cada plan de tratamiento diseñado por un médico debe ser específicamente personalizado al tipo de enfermedad reumática del paciente, así como a la severidad de la enfermedad. Los planes de tratamiento con frecuencia involucran enfoques de alivio a corto plazo y a largo plazo incluyendo lo siguiente:

Alivio de corto plazo:

  • Medicamentos. El alivio de corto plazo del dolor e inflamación puede incluir analgésicos, como el acetaminofén, ibuprofeno u otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Pídale más información al médico de su hijo antes de darle medicamentos a un niño.

  • Calor y frío. El uso de aplicaciones calientes o frías sobre las articulaciones afectadas depende del tipo de artritis presente y la recomendación de su médico. El alivio del dolor se puede obtener temporalmente usando calor húmedo (baño o ducha tibia) o calor seco (almohadilla térmica) sobre la articulación. El alivio del dolor también se puede lograr colocando una compresa fría envuelta en una toalla sobre la articulación. Las aplicaciones frías también ayudan a reducir la inflamación. Sin embargo, las personas que tienen mala circulación no deben usar compresas frías. Consulte con su médico respecto al tipo de aplicación y la hora de la aplicación antes de su uso.

  • Inmovilización de la articulación. El uso de una tablilla o férula puede ayudar a que una articulación descanse y se proteja de lesiones adicionales. Los dispositivos para caminar, como bastones, muletas, y dispositivos de ayuda con mangos extra grandes o más largos ayudan a mantener el estrés fuera de ciertas articulaciones.

  • Masajes. Los golpes ligeros y/o amasado de los músculos adoloridos puede aumentar el flujo sanguíneo y calentar el músculo.

Alivio de largo plazo:

  • Medicamentos. Hay varios tipos de medicamentos que se pueden usar a largo plazo para reducir el dolor y los síntomas, incluyendo los siguientes:

    • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Estos medicamentos, como la aspirina y el acetaminofén, ayudan a reducir el dolor y la inflamación.

    • Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD). Estos medicamentos recetados pueden afectar el curso de la enfermedad, desacelerando su progreso e influencia, y/o corrigiendo las anormalidades del sistema inmunológico que están vinculadas a la enfermedad. Ejemplos de medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad incluyen metotrexato, hidroxicloroquina, penicilamina e inyecciones de oro.

    • Corticosteroides. Los corticosteroides son medicamentos que contienen hormonas para tratar las enfermedades reumáticas. Estos medicamentos, como la prednisona, se pueden tomar oralmente o como una inyección.

    • Biológicos. Estos son fármacos diseñados genéticamente para disminuir e interrumpir el proceso de inflamación. Estos incluyen etanercept (Enbrel), golimumab (Simponi), infliximab (Remicade), adalimumab (Humira), anakinra (Kineret), rituximab (Rituxan), y abatacept (Orencia). 

  • Reducción del peso. El peso extra pone más estrés sobre las articulaciones que soportan peso, como las de las caderas y las rodillas. La pérdida de peso en personas con sobrepeso ha demostrado que reduce la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de enfermedad reumática, incluyendo la osteoartritis.

  • Ejercicio. Ciertos ejercicios, como nadar, caminar, ejercicios aeróbicos de bajo impacto y ejercicios de rango de movimiento, pueden ayudar a reducir el dolor y rigidez de las articulaciones. Los ejercicios de estiramiento pueden ser útiles para mantener flexibles las articulaciones.

  • Cirugía. En casos severos de enfermedad reumática, puede ser necesaria la cirugía para reparar o reemplazar una articulación. Hay dos tipos principales de cirugía para la artritis y otras enfermedades reumáticas, incluyendo las siguientes:

    • Reparación. La cirugía para reparar una articulación dañada puede incluir la extracción de restos en la articulación, fusión de huesos o corrección de la deformidad de un hueso.

    • Reemplazo. Si una articulación está demasiado dañada, puede necesitar ser reemplazada con una articulación artificial.