Armas de Fuego - Identificación de situaciones de alto riesgo

Un arma de fuego en la casa, ya sea cargada o no, aumenta el riesgo de lesiones relacionadas con armas de fuego en los niños. La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics o AAP, por sus siglas en inglés) recomienda que no haya revólveres y pistolas en zonas donde viven y juegan niños. Incluso si no existe arma alguna en su casa, es posible que su hijo esté en contacto una en otra casa, ya que se estima que en el 40 por ciento de los hogares de Estados Unidos existe un arma de fuego.

Ser consciente de las situaciones que puedan aumentar el riesgo de exposición de su hijo a lesiones accidentales por armas de fuego puede ser útil para prevenirlas. Las situaciones de alto riesgo pueden incluir, entre otras, las siguientes:

  • Armas de fuego accesibles en el hogar. Los padres suelen subestimar la capacidad del niño de tener acceso a armas de fuego en el hogar, e incluso a su capacidad para dispararlas. Las estadísticas muestran que entre el 75 y el 80 por ciento de los niños en primer y segundo grado que viven en una casa en la que hay un arma de fuego saben dónde está guardada. Además, incluso los niños de 3 años pueden tener la fuerza suficiente como para jalar el gatillo de un arma de fuego.

  • Armas de fuego accesibles en otra casa. Aun cuando en su casa no haya un arma de fuego, su vecino, amigo o familiar puede tener un arma de fuego accesible en la suya.

  • Adolescentes varones. La mayoría de los niños de 14 años o menos que mueren por accidentes con armas de fuego son varones (alrededor del 80 por ciento). La AAP considera que en los hogares con adolescentes varones existe riesgo mayor de lesiones y muertes accidentales relacionadas con armas de fuego.

  • Munición y armas de fuego guardadas en el mismo lugar. Cuando un arma de fuego se guarda junto con sus municiones o se deja cargada, aumenta en gran medida el riesgo de lesiones y muertes accidentales relacionadas con armas de fuego. Se calcula que entre un tercio y la mitad de las personas que poseen un arma de fuego las guardan cargadas y preparadas para usar en cualquier momento.

  • Falta de supervisión. La mayoría de los disparos accidentales de niños se producen cuando no hay supervisión, como al final de la tarde, los fines de semana y durante los meses de verano.

  • Hogares de alto riesgo. Según la AAP, los hogares en los que puede aumentar el riesgo de lesiones y muertes accidentales relacionadas con armas de fuego incluyen aquellos donde viven personas adictas al alcohol o a las drogas.

Estar preparado para situaciones de alto riesgo antes de que su hijo las enfrente ayuda a reducir el riesgo de lesiones relacionadas con armas de fuego. Enséñele a sus hijos a no tocar jamás un arma y a avisarle a un adulto si encuentran una.