La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel de larga duración (crónica). Causa picazón en la piel. Es una afección muy común. Es más común en los bebés y los niños, pero también puede darse en los adultos. Suele aparecer por primera vez entre los tres y los seis meses de edad.
No se conoce con certeza cuál es la causa de la dermatitis atópica. Pero hay algunos factores que se relacionan con ella, por ejemplo:
Genes. Este problema de la piel puede pasarse de padres a hijos.
El sistema inmunitario. Un sistema inmunitario que no está completamente desarrollado puede afectar la capacidad protectora de la piel.
Factores externos. Incluyen el clima frío, usar agua caliente para bañarse, usar jabón, y el clima caluroso y seco.
Un niño tiene mayores probabilidades de tener dermatitis atópica si tiene:
Miembros de su familia con dermatitis atópica
Alergias
Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, o estar presentes la mayor parte del tiempo o todo el tiempo. Puede resultar afectada cualquier zona del cuerpo. En los bebés, los síntomas suelen afectar la cara, el cuello, el cuero cabelludo, los codos y las rodillas. En los niños, los síntomas suelen afectar la piel del interior de los codos, la parte posterior de las rodillas, los lados del cuello, la zona alrededor de la boca, y las muñecas, los tobillos y las manos.
Los síntomas pueden ser levemente distintos en cada niño y pueden incluir:
Piel seca, con escamas
Comezón muy intensa
Enrojecimiento e inflamación
Piel engrosada
Palidez en la cara
Pequeñas protuberancias que pueden cubrirse con una costra y supurar líquido al rascarse
Protuberancias ásperas en la cara, la parte superior de los brazos y los muslos
Oscurecimiento de la piel de los párpados o alrededor de los ojos
Cambios en la piel alrededor de la boca, los ojos o las orejas
Zonas rojas elevadas (urticaria)
Los síntomas de la dermatitis atópica pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Asegúrese de que su hijo consulte a su proveedor de atención médica para tener un diagnóstico.
El proveedor de atención médica le preguntará sobre los síntomas de su hijo y sus antecedentes de salud. También puede preguntarle si usted o algún otro miembro de la familia tienen dermatitis atópica, asma o alergias nasales, tales como fiebre del heno o rinitis alérgica. Además, puede preguntarle sobre los síntomas de alergia en su hijo. El proveedor de atención médica examinará a su hijo para buscar signos de la dermatitis atópica. No hay ninguna prueba específica para la dermatitis atópica. No suele necesitarse ninguna prueba o análisis, pero hay casos en que pueden hacerse. Las pruebas y análisis pueden incluir lo siguiente:
Análisis de sangre. Pueden analizar la sangre de su hijo para ver sus niveles de inmunoglobulina E (IgE). La IgE es liberada por el sistema inmunitario del cuerpo. Su nivel es alto en la mayoría de los niños que tienen alergias y que tienen dermatitis atópica. También puede que le hagan otros análisis de sangre.
Pruebas cutáneas. Las pruebas cutáneas (es decir, de la piel) pueden hacerse para ver si hay alergias u otras afecciones de la piel.
El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y el estado general de salud de su hijo. También variará según la gravedad de la afección. No existe una cura para la dermatitis atópica. Los objetivos del tratamiento son reducir la picazón y la inflamación de la piel, agregar humedad a la piel y prevenir las infecciones.
El tratamiento de la dermatitis atópica incluye:
Permanecer lejos de los irritantes, según las recomendaciones del proveedor de atención médica de su hijo.
Bañarse regularmente con un producto de limpieza o enjuague corporal suave, según las indicaciones del proveedor de atención médica.
Mantener cortas las uñas de su hijo para evitar que se rasque de una forma que pueda causar irritación e infección en la piel.
Usar una loción humectante según lo indicado por el proveedor de atención médica.
También es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le recete medicamentos. Pueden usarse separados o juntos. Los siguientes son los medicamentos más comúnmente utilizados para tratar la dermatitis atópica:
Crema o pomada con corticosteroides. Esta crema o pomada se aplica sobre la piel. Ayuda a calmar la picazón y la inflamación.
Medicamentos antibióticos. Son medicamentos en forma de líquido o pastillas que se toman por boca para tratar una infección.
Antihistamínicos. Estos medicamentos pueden tomarse antes de irse a dormir para ayudar a reducir la picazón y dormir mejor. Vienen en forma de líquido o pastillas y se toman por boca.
Crema o pomada inhibidora de la calcineurina. Esta crema o pomada se aplica sobre la piel. Ayuda a calmar la picazón y la inflamación.
Fototerapia (terapia de luz). La fototerapia puede hacerse en el consultorio del proveedor de atención médica o en su casa.
Medicamento inmunomodulador. Viene en forma de líquido o pastilla que se toma por boca y afecta el sistema inmunitario. Puede utilizarse cuando otros tratamientos no funcionaron. Este medicamento puede tener efectos secundarios. A su hijo le harán análisis de sangre con regularidad para ver si hay efectos secundarios.
La dermatitis atópica puede causar engrosamiento de la piel, infección bacteriana de la piel y otras inflamaciones de la piel relacionadas a causa de una alergia (dermatitis alérgica). También puede hacer que la persona duerma mal debido a la picazón intensa. Y puede ocasionar depresión. El uso excesivo de cremas con esteroides puede hacer que la piel y el tejido que está debajo de la piel se afinen.
Esta afección de la piel se transmite de padres a hijos, por lo que no es posible prevenirla. Pero hay estudios que descubrieron que el uso diario de aceites, cremas o pomadas sobre la piel de los bebés que corren riesgo de tenerla puede prevenir su desarrollo.
No existe una cura para la dermatitis atópica. Pero suele mejorar o desaparecer a medida que el niño va creciendo. Puede haber etapas en que su hijo no tiene síntomas o tiene solo unos pocos. Y puede haber etapas en que sus síntomas empeoran. Esto se llama brote. Para ayudar a prevenir los brotes, asegúrese de que su hijo haga lo siguiente:
Evite los desencadenantes. Los desencadenantes comunes incluyen los irritantes (como la lana, el jabón o los productos químicos), los alérgenos (huevos, ácaros del polvo o la caspa de las mascotas) y el estrés.
No se rasque la piel. Trate de impedir que su hijo se rasque. Puede empeorar los síntomas y causar infección.
Tenga siempre las uñas cortas. Recorte o lime las uñas de su hijo para mantenerlas cortas y evitar que se rasque.
Tome duchas o baños de tina con agua tibia, no caliente. Después, deje que la piel se seque con el aire o séquela suavemente.
Use humectantes. Aplíquele cremas o pomadas después del baño.
Use ropa suave. No vista a su hijo con lana ni ningún otro tejido áspero.
Se mantenga fresco. Intente que su hijo esté lo más fresco posible. Acalorarse y sudar pueden hacerlo sentir incómodo.
No se aplique la vacuna contra la viruela. No es una vacuna común, pero la gente con dermatitis atópica no debería aplicarse la vacuna contra la viruela.
Hable con el proveedor de atención médica de su hijo acerca de otras maneras para ayudar con la afección de la piel de su hijo.
Llame al proveedor de atención médica si su hijo tiene:
Síntomas que empeoran
Signos de una infección en la piel, como mayor enrojecimiento, calor, inflamación o líquido
Síntomas nuevos
La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel de larga duración (crónica). Es más común en los bebés y los niños, pero también puede darse en los adultos.
Un niño con alergias o familiares con dermatitis atópica tiene mayores probabilidades de tener dermatitis atópica.
Los síntomas comunes son picazón, sequedad y enrojecimiento.
Los objetivos del tratamiento son reducir la picazón y la inflamación de la piel, aumentar la humedad a la piel y prevenir las infecciones.
Evitar los desencadenantes es importante para manejar esta afección.
Suele mejorar o desaparecer a medida que el niño va creciendo.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita al proveedor de atención médica de su hijo:
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
En la consulta, anote los nombres de los nuevos medicamentos, tratamientos o pruebas y análisis, y toda nueva instrucción que su proveedor le dé para su hijo.
Si su hijo tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo puede comunicarse con el proveedor de su hijo después del horario de consultorio. Es importante por si su hijo se enferma y usted necesita hacer preguntas o pedir un consejo.
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