La comunicación interauricular es una abertura en el tabique auricular. El tabique auricular es la pared que divide las dos cavidades superiores del corazón (aurículas derecha e izquierda). La CIA puede ser una anomalía cardíaca congénita (presente al nacer), o puede resultar en la insuficiencia de un cierre normal posnatal de un orificio presente en el corazón de cada feto.
Normalmente, la sangre pobre en oxígeno (azul) fluye desde el cuerpo hacia la aurícula derecha, pasa por el ventrículo derecho y luego es bombeada hacia los pulmones donde recibe oxígeno. La sangre rica en oxígeno (roja) vuelve a la aurícula izquierda desde los pulmones, pasa por el ventrículo izquierdo y luego, a través de la aorta, es bombeada hacia el cuerpo.
La comunicación interauricular le permite a la sangre rica en oxígeno (roja) pasar desde la aurícula izquierda, a través de la abertura del tabique, y luego mezclarse con la sangre pobre en oxígeno (azul) en la aurícula derecha.
La comunicación interauricular congénita se presenta en un pequeño porcentaje de niños con cardiopatía congénita. Se desconoce el motivo por el cual las niñas presentan comunicación interauricular con el doble de frecuencia que los niños.
El corazón se forma durante las primeras ocho semanas de desarrollo fetal. Al principio, es un tubo hueco. Luego, se desarrollarán dentro del tubo los tabiques (o paredes) que separarán el lado derecho del izquierdo en el corazón. Las comunicaciones interauriculares ocurren cuando el proceso de división no se produce por completo y queda una abertura en el tabique auricular.
Algunos defectos cardíacos congénitos pueden tener un vínculo genético debido a una anomalía cromosómica que provoca que los problemas cardíacos se presenten con mayor frecuencia en ciertas familias. La mayoría de las comunicaciones interauriculares ocurre por casualidad, sin ninguna razón evidente para que se desarrolle.
Existen cuatro clases principales de comunicación interauricular:
Comunicación interauricular en la fosa oval. Esta es la comunicación interauricular más común, que afecta a más de dos tercios de las personas con comunicación interauricular. Se produce cuando una parte del tabique auricular no logra cerrarse totalmente mientras se desarrolla el corazón. Esto causa el desarrollo de una abertura en el centro de la pared que divide las dos aurículas.
Comunicación interauricular tipo ostium primum. Esta anomalía es parte de las anomalías del canal aurículoventricular, y a menudo se encuentra en una división (hendidura) en una de las valvas de la válvula mitral.
Comunicación interauricular tipo seno venoso. Esta anomalía ocurre en la unión de la aurícula derecha y la vena cava superior, en el área donde las venas pulmonares derechas ingresan al corazón. En consecuencia, el drenaje de una o más de las venas pulmonares puede ser anormal en el sentido de que las venas pulmonares drenan hacia la aurícula derecha en lugar de la aurícula izquierda.
Comunicación interauricular tipo seno coronaria. Esta anomalía se encuentra dentro de la pared del seno coronario, que pasa detrás de la aurícula izquierda. El seno coronario transporta el flujo sanguíneo desde la propia vena del corazón hasta la aurícula derecha. Es una de las comunicaciones interauriculares más raras.
Si no se corrige, esta anomalía cardíaca puede causar problemas pulmonares con el transcurso del tiempo. Cuando la sangre pasa a través de la CIA desde la aurícula izquierda hacia la derecha, el lado derecho del corazón debe encargarse de un volumen de sangre mayor que el normal. Esta cantidad excesiva de sangre pasa a través de la arteria pulmonar hacia los pulmones, de manera tal que produce una presión más alta que la normal en los vasos sanguíneos pulmonares.
Una pequeña abertura en el tabique auricular permite que una cantidad de sangre reducida pase de la aurícula izquierda a la derecha. Una abertura grande permite que más sangre pase por ella y se mezcle con el flujo sanguíneo normal en la parte derecha del corazón.
Los pulmones pueden lidiar con esta cantidad excesiva de sangre durante un período de tiempo. Con el tiempo, en algunos pacientes, esta cantidad excesiva de sangre aumenta la presión sanguínea en los pulmones, incluso luego de varias décadas. Esto luego provoca que los vasos sanguíneos de los pulmones se endurezcan, lo cual provoca que se infecten y resulta en cambios irreversibles de los pulmones.
Muchos niños no presentan síntomas y parecen sanos. Sin embargo, si la CIA es grande, es decir que permite que una gran cantidad de sangre ingrese al lado derecho del corazón, la aurícula y el ventrículo derechos y los pulmones se sobrecargarán y es posible que se perciban los síntomas. Muchos niños con CIA no presentarán síntomas. Sin embargo, algunos niños pueden padecer los siguientes síntomas:
el niño se cansa con facilidad cuando juega;
fatiga;
respiración rápida;
dificultad para respirar;
crecimiento deficiente;
infecciones respiratorias frecuentes.
Los síntomas de la comunicación interauricular pueden parecerse a los de otros trastornos médicos o problemas cardíacos. Siempre debe consultar con el médico de su niño para obtener un diagnóstico.
El médico podría haber detectado un soplo cardíaco durante un examen físico y derivar al niño al cardiólogo pediátrico para obtener un diagnóstico. En este caso, el soplo en el corazón es causado por el excedente de sangre de la CIA que fluye a través de la válvula pulmonar.
Un cardiólogo pediátrico se especializa en el diagnóstico y manejo médico de los defectos cardíacos congénitos así como también problemas cardíacos que pueden desarrollarse durante la infancia. El cardiólogo realizará un examen físico, escuchará el corazón y los pulmones y hará otras observaciones que ayudan en el diagnóstico. La ubicación dentro del tórax donde mejor se escuche el soplo, así como también su volumen y calidad (áspero, fuerte, etc.) le darán al cardiólogo una idea inicial del problema cardíaco que su hijo podría tener. El examen de diagnóstico para enfermedades cardíacas congénitas varía de acuerdo a la edad del niño, la condición clínica y las preferencias institucionales. Algunos exámenes que podrían recomendarse incluyen los siguientes:
Radiografía de tórax. Una prueba de diagnóstico que utiliza rayos de energía invisibles para generar imágenes de tejidos internos, huesos y órganos en una placa radiográfica. Con una CIA, el corazón puede estar agrandado porque la aurícula y el ventrículo derechos deben encargarse de mayores cantidades de sangre que lo normal. Además, en la radiografía se verán también los cambios que pueden haber sufrido los pulmones debido al exceso de flujo sanguíneo.
Electrocardiograma (ECG). Examen que registra la actividad eléctrica del corazón, muestra los ritmos anormales (arritmias o disritmias) y detecta el estrés del músculo cardíaco.
Ecocardiograma (eco). Un procedimiento que evalúa la estructura y función del corazón al utilizar ondas sonoras que se registran en un sensor electrónico que produce una imagen en movimiento del corazón y las válvulas del corazón. Un eco puede mostrar el patrón de flujo de sangre a través de la abertura del tabique y determinar su tamaño, así como también la cantidad de sangre que pasa a través de ella.
Cateterismo cardíaco. Un cateterismo cardíaco es un procedimiento invasivo que brinda información muy detallada sobre las estructuras dentro del corazón. Bajo los efectos de un sedante, se inserta un tubo pequeño, delgado y flexible (catéter) dentro del vaso sanguíneo en la ingle y se lo hace llegar hasta el interior del corazón. La presión sanguínea y las medidas del oxígeno se toman en las cuatro cavidades del corazón, así como la arteria pulmonar y la aorta. También se inyecta una tinta de contraste para visualizar más claramente las estructuras dentro del corazón. Si bien un ecocardiograma a menudo proporciona información de diagnóstico suficiente, en algunos casos, el cierre de la CIA puede realizarse en el momento del cateterismo.
El médico de su hijo determinará el tratamiento específico para la CIA según lo siguiente:
la edad, el estado general de salud y la historia médica de su hijo;
el alcance de la enfermedad;
la tolerancia que su hijo tenga a determinados medicamentos, procedimientos o terapias;
las expectativas para la trayectoria de la enfermedad;
su opinión o preferencia.
La comunicación interauricular tipo ostium secundum se puede cerrar espontáneamente a medida que el niño crece. Una vez que se diagnostica una comunicación interauricular, el cardiólogo de su niño lo examinará periódicamente para observar si el defecto se está cerrando por sí solo. Normalmente, una CIA se reparará si no se ha cerrado por sí sola para la edad en que su hijo comienza la escuela. Esto se realiza para evitar problemas pulmonares que se desarrollarían debido a una exposición a largo plazo a un flujo sanguíneo adicional. La decisión de cerrar la CIA también puede depender del tamaño del defecto. Las comunicaciones interauriculares se reparan durante la niñez para prevenir problemas en etapas posteriores de la vida.
El tratamiento puede incluir lo siguiente:
Control médico. Muchos niños no presentan síntomas y no necesitan medicamentos. Sin embargo, en algunos casos poco comunes, ciertos niños pueden requerir medicamentos para ayudar a que su corazón funcione mejor ya que el lado derecho está realizando un esfuerzo debido a la sangre excedente que pasa a través de la CIA. Se pueden administrar medicamentos como los diuréticos para ayudar a los riñones a eliminar el exceso de fluidos del organismo. Esto podría ser necesario porque el equilibrio de agua del cuerpo puede verse afectado cuando el corazón no funciona normalmente.
Reparación quirúrgica. La CIA de su hijo puede repararse quirúrgicamente en el quirófano. La reparación quirúrgica se realiza con anestesia general. La anomalía se puede cerrar con puntos de sutura o con un parche especial.
Cierre con dispositivo. El cierre con dispositivo, por lo general, se realiza para la CIA tipo ostium secundum, según el tamaño del defecto y el peso del niño. Durante el proceso de cateterismo cardíaco, el niño es sedado y se introduce un pequeño tubo delgado y flexible (catéter) en un vaso sanguíneo de la ingle y se lo guía hacia el interior del corazón. Una vez que el catéter está en el corazón, el cardiólogo inserta un dispositivo especial, denominado oclusor septal, en la CIA abierta para evitar que la sangre fluya a través de ella.
Cuidados posoperatorios
En la mayoría de los casos, luego de una reparación de CIA, los niños estarán en la unidad de cuidados intensivos (UCI) durante varias horas o toda la noche. Durante las primeras horas luego de la cirugía, su hijo probablemente estará adormecido debido a la anestesia utilizada durante la operación y debido a los medicamentos que le fueron administrados para que se relaje y se alivie el dolor. A medida que pase el tiempo, su hijo estará más alerta.
Mientras que esté en la UCI, se usarán equipos especiales para ayudarle a recuperarse, entre ellos los siguientes:
Respirador artificial. Un equipo que ayuda a su hijo a respirar mientras se encuentra bajo anestesia durante la operación. Un pequeño tubo plástico insertado a través de la tráquea y sujetado al respirador, el cual respira por su hijo mientras está tan adormecido para respirar de manera efectiva por si solo. Muchos niños no necesitarán el respirador luego de la cirugía, pero otros se verán beneficiados al permanecer con el ventilador unas horas después o durante la noche, para poder descansar.
Catéteres intravenosos (IV). Pequeños tubos plásticos insertados a través de la piel en los vasos sanguíneos para aportar fluidos y medicamentos importantes por vía intravenosa que ayudan a su hijo a recuperarse de la operación.
Vía arterial. Una vía intravenosa especializada que se coloca en la muñeca o en cualquier otra zona del cuerpo donde se pueda tomar el pulso y que mide constantemente la presión sanguínea durante la cirugía y mientras su hijo se encuentra en la unidad de cuidados intensivos.
Sonda nasogástrica (NG). Un pequeño tubo flexible que drena las burbujas de gas y de ácido que pueden formarse en el estómago durante la cirugía.
Catéter urinario. Un pequeño tubo flexible que permite drenar orina de la vejiga y que mide con exactitud cuánta orina produce el cuerpo, lo que ayuda a determinar cómo está funcionando el corazón. Después de la cirugía, el corazón estará un poco más débil que antes, y, por lo tanto, el cuerpo puede comenzar a retener fluidos, lo cual provoca inflamación e hinchazón. Se puede administrar diuréticos para ayudar a los riñones a eliminar el exceso de fluidos del organismo.
Tubo torácico. Se puede introducir un tubo de drenaje para liberar al tórax de la sangre que, de lo contrario, se acumularía después de cerrada la incisión. Puede producirse una hemorragia durante varias horas o incluso días después de la cirugía.
Monitor cardíaco. Un equipo que exhibe de manera continua una imagen del ritmo cardíaco de su hijo y que controla la frecuencia cardíaca, la presión arterial y otros valores.
Tal vez su hijo necesite otros equipos que no se mencionaron aquí, para ayudarlo mientras esté en la UCI, o después. El personal del hospital le detallará cuál es el equipo necesario.
Se evitarán todas las molestias posibles a su hijo mediante diferentes medicamentos, algunos para aliviar el dolor y otros para atenuar la ansiedad. El personal también le pedirá su opinión sobre la mejor manera de calmar y consolar a su hijo.
Después de haber sido dado de alta de la unidad de cuidados intensivos, su hijo se recuperará en otra unidad del hospital durante algunos días antes de volver al hogar. Antes de que sea dado de alta, usted aprenderá cómo atenderlo en el hogar. Es posible que su hijo deba tomar medicamentos durante un tiempo, y esto también le será explicado. El personal le dará instrucciones sobre los medicamentos, limitaciones de la actividad y citas de seguimiento antes de que den el alta a su hijo.
La mayoría de los niños se sienten cómodos cuando vuelven a su casa y tienen una tolerancia bastante buena a las actividades. Su hijo puede cansarse más rápidamente que antes de la reparación pero, en general, se le permitirá jugar bajo supervisión para evitar que reciba golpes en el pecho que podrían lesionar la incisión o el esternón. Al cabo de algunas semanas, su hijo estará completamente recuperado y podrá realizar sus actividades normales.
Se puede recomendar medicamentos contra el dolor, como el acetaminofén o el ibuprofeno, para que su hijo esté cómodo en el hogar. Antes de que su hijo sea dado de alta, analice con su médico las opciones para el control del dolor.
La mayoría de los niños que se han sometido a una reparación de la comunicación interauricular llevan vidas saludables. El cardiólogo de su hijo puede recomendar la administración de antibióticos para evitar la endocarditis bacteriana después de que le den el alta del hospital.
Los resultados también dependen del tipo de CIA, del momento en que se realiza el diagnóstico y la reparación o no de la comunicación interauricular. Cuando se realiza un diagnóstico y reparación tempranos de la CIA, el resultado, por lo general, es excelente y se requiere un seguimiento mínimo. Cuando una CIA se diagnostica en una etapa posterior de la vida, si ocurren complicaciones después del cierre quirúrgico o si la CIA no se repara, las perspectivas, por lo general, son malas. Existe un riesgo de desarrollar hipertensión pulmonar (presión sanguínea alta en los vasos sanguíneos de los pulmones) o síndrome de Eisenmenger. Estas personas deben recibir cuidados de seguimiento en un centro que se especialice en enfermedades cardíacas congénitas.
Consulte al médico para obtener más información acerca de la perspectiva específica para su hijo.
Conéctese con nosotros:
Descarga nuestra App: