Cuidado del bebé luego de un parto natural

Los bebés sanos nacidos por parto natural suelen quedarse en la habitación con la madre. En muchos casos, los primeros exámenes del recién nacido, que incluyen medición de peso y longitud, administración de medicamentos e incluso el primer baño del bebé, se llevan a cabo en la habitación de la madre. Se coloca al recién nacido en brazos de la madre lo más pronto posible.

Durante la primera hora o dos horas posteriores al nacimiento, la mayoría de los bebés están en un fase de alerta, totalmente despiertos. Esta situación representa una maravillosa oportunidad para que los padres conozcan a su nuevo bebé. El bebé suele reaccionar ante el sonido conocido de la voz de la madre. El foco de la visión del bebé es óptimo a una distancia de 8 a 12 pulgadas (20 a 30 cm), precisamente la distancia que hay entre un bebé en brazos y la cara de la madre.

Además, este es el mejor momento para dar inicio a la lactancia. Los bebés tienen la capacidad innata de comenzar a mamar inmediatamente después del nacimiento. Aunque la anestesia y algunos medicamentos suministrados a la madre durante el trabajo de parto y el parto pueden afectar la capacidad de succión del bebé, la mayoría de los bebés sanos están en condiciones de mamar en estas primeras horas. El amamantamiento inicial ayuda a estimular la producción de la leche materna. También provoca la contracción del útero materno, lo cual ayuda a prevenir el sangrado excesivo.