Vacunas

La importancia de las vacunas

La vacunación es clave para prevenir enfermedades en la población generla. Las vacunas benefician tanto a las personas que las reciben como a las poersonas vulnerable no vacunadas que las rodean ya que de ese modo la infección ya no se puede propagar en la comunidad si la mayoría de las personas están vacunadas. Además, las vacunas reducen la cantidad de muertes y casos de discapacidad por infecciones, como por sarampión, tos ferina y varicela.

Aunque los niños reciben la mayoría de las vacunas, también es necesario que los adultos se aseguren de que ya tienen inmunidad contra ciertas infecciones y/o se mantengan al día con ciertas vacunas incluidas las de la varicela, gripe estacional, tétanos, difteria, pertusis (tos ferina), sarampión, paperas, rubéola, virus del papiloma humano ("HPV", por sus siglas en inglés), neumocóccica (polisacáridos), hepatitis A y B, gripe y meningocóccica. Las enfermedades infantiles, como las paperas, el sarampión y la varicela pueden causar complicaciones serias en los adultos.

 

Guía de las vacunas infantiles de rutina

Muchas enfermedades infantiles pueden prevenirse si se siguen las pautas recomendadas para la vacunación:

  • Vacuna meningocócica (MCV4). Proteger contra la enfermedad de la meningitis.

  • Hepatitis B. Protege contra la hepatitis B.

  • Vacuna inactivada contra la polio ("IPV, por sus siglas en inglés). Protege contra la poliomielitis.

  • DTaP y refuerzo Tdap. Protege contra la difteria, el tétanos (trismo) y la pertusis (tos ferina).

  • Vacuna Hib. Protege contra Haemophilus influenzae tipo B (que causa la meningitis espinal y otras infecciones serias).

  • MMR. Protege contra sarampión, paperas y rubéola (sarampión alemán).

  • Vacuna antineumocócica /PCV13 (antineumocócica conjugada). Protege contra neumonía, infección en la sangre y meningitis.

  • Varicela. Protege contra la varicela.

  • Rotavirus (RV). Protege de los casos graves de vómitos y diarrea que causa el rotavirus.

  • Hepatitis A. Protege contra la hepatitis A (infección viral del hígado).

  • HPV. Para proteger a las mujeres del papilomavirus, que está relacionado con el cáncer de cuello uterino y otros cánceres.

  • Influenza estacional. Protege contra los distintos virus de la gripe.

Los niños reciben la primera vacunación al nacer. Las vacunas están programadas a lo largo de toda la niñez, y muchas de ellas deben aplicarse en los primeros meses de vida. Si usted sigue un programa regular, y garantiza la vacunación oportuna del niño, estará asegurándole la mejor defensa contra enfermedades infantiles peligrosas.

Reacciones a las vacunas

Como cualquier medicamento, las vacunas pueden causar reacciones, usualmente en forma de dolor en el brazo o fiebre baja. Aunque las reacciones graves son raras, pueden suceder, y el médico de su hijo o la enfermera pueden comentarlas con usted antes de administrar las inyecciones. Sin embargo, los riesgos de contraer las enfermedades para las cuales las inmunizaciones proporcionan protección son mayores que los riesgos de presentar reacción a la vacuna.

 

Tratamiento de las reacciones leves a las inmunizaciones en niños:

  • Irritabilidad, fiebre y dolor. Los niños pueden necesitar más cariño y cuidados después de recibir la inmunización debido a que las vacunas que los protegen de adquirir enfermedades graves también pueden causarles molestias durante cierto tiempo. Los niños pueden experimentar irritabilidad, fiebre y dolor después de haber sido vacunados.

  • Fiebre. NO LE DÉ ASPIRINA. Puede darle paracetamol (acetaminofén) o ibuprofeno, que son medicamentos que ayudan a disminuir el dolor y la fiebre, siguiendo las indicaciones del proveedor de atención médica de su hijo.

    • Déle a su hijo líquidos en abundancia.

    • Vista al niño con poca ropa. No cubra o envuelva a su hijo apretadamente.

    • Déle a su hijo un baño de esponja con poca agua tibia (¡no fría!).

  • Hinchazón o dolor. NO LE DÉ ASPIRINA. Puede darle paracetamol (acetaminofén), un medicamento que ayuda a disminuir el dolor y la fiebre, siguiendo las indicaciones del proveedor de atención médica de su hijo. Se puede aplicar una toallita fresca y limpia sobre el área dolorida según se necesite para mayor comodidad.

La aspirina y el riesgo de síndrome de Reye en los niños

No se debe dar aspirina a los niños ni a los adolescentes a causa del riesgo de síndrome de Reye, una enfermedad poco frecuente pero potencialmente mortal. Por lo tanto, los pediatras y otros proveedores de atención médica recomiendan que no se trate la fiebre en los niños con aspirina.

Si se producen síntomas más graves, llame inmediatamente al proveedor de atención médica de su hijo. Estos síntomas pueden incluir:

  • Una zona grande enrojecida e hinchada en donde se puso la inyección. La piel de la zona puede estar caliente al tacto y muy sensible. También puede haber rayas rojas que salen del lugar inicial de la inyección.

  • Fiebre alta.

  • El niño está pálido o cojea.

  • El niño ha estado llorando incesantemente.

  • El niño tiene un llanto extraño que no es normal (llanto con tono alto).

  • Temblores, espasmos o sacudidas bruscas del cuerpo.