La insuficiencia venosa crónica se produce cuando las venas de la pierna no permiten que la sangre vuelva al corazón. (Las arterias transportan la sangre desde el corazón y las venas lo hacen hacia el corazón). Si hay un problema en las válvulas de las venas, la sangre fluye en ambas direcciones, no sólo hacia el corazón. Debido a este mal funcionamiento de las válvulas, se produce una acumulación de sangre en las piernas. Si la insuficiencia venosa crónica no se trata, puede causar dolor, hinchazón y úlceras en las piernas.
Si bien la insuficiencia venosa crónica no representa una amenaza grave para la salud, puede ser incapacitante y causar dolor. Este trastorno afecta a casi el 5% de la población de los Estados Unidos. Generalmente se da en hombres de 70 a 79 años y en mujeres de 40 a 49 años. Las estadísticas indican que alrededor de 500.000 pacientes de los Estados Unidos tienen úlceras en la parte inferior de sus piernas como consecuencia de este trastorno.
Las personas obesas, las embarazadas o las personas con antecedentes familiares de insuficiencia venosa crónica son más propensas a desarrollar este trastorno. Las personas con traumatismo en las piernas ocasionado por alguna lesión, cirugía o coágulos sanguíneos previos son también más propensas a esta enfermedad.
Otras causas de la insuficiencia venosa crónica incluyen, aunque no de forma excluyente:
presión sanguínea alta en las venas de las piernas durante un período prolongado, por estar mucho tiempo sentado o parado
falta de ejercicio
fumar
trombosis venosa profunda (un coágulo de sangre en una vena profunda, habitualmente de la pantorrilla o la parte media de la pierna)
flebitis (hinchazón e inflamación de la vena superficial, generalmente en las piernas)
Los síntomas de la insuficiencia venosa crónica pueden incluir:
hinchazón en las piernas o tobillos
sensación de tensión en las pantorrillas o dolor punzante en las piernas
dolor al caminar que desaparece al hacer reposo
un tono marrón en la piel, especialmente en los tobillos
venas varicosas
úlceras en las piernas
Los síntomas de la insuficiencia venosa crónica pueden parecerse a los de otros trastornos. Consulte a su médico para obtener un diagnóstico.
Además del examen y la historia clínica completa, los procedimientos para diagnosticar la insuficiencia venosa crónica pueden incluir:
Ecografía dúplex - un tipo de procedimiento ecográfico vascular que se realiza para evaluar el flujo sanguíneo y la estructura de las venas de las piernas. El término "dúplex" se refiere al hecho de que se utilizan dos tipos de ultrasonido: Doppler y modo B. El transductor de modo B (como un micrófono) obtiene una imagen de la arteria carótida que está en estudio. La sonda Doppler en el transductor evalúa la velocidad y la dirección del flujo sanguíneo en el vaso.
Venograma - utiliza rayos X y una solución de contraste intravenosa (IV) para visualizar las venas. La solución de contraste hace que los vasos sanguíneos aparezcan opacos en la imagen de rayos X, lo que permite que el médico visualice los vasos sanguíneos que se están evaluando.
El tratamiento específico será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
su edad, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
la gravedad de la enfermedad
su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
sus signos y síntomas
sus expectativas para la evolución de la enfermedad
su opinión o preferencia
El tratamiento de la insuficiencia venosa crónica puede incluir:
Medidas para mejorar el flujo sanguíneo de las venas de las piernas
Algunos de los métodos para ayudar a incrementar el flujo sanguíneo en las venas de las piernas incluyen: elevar las piernas para reducir la presión en las venas, y usar medias elásticas para ejercer presión y ayudar en la circulación de la sangre de las piernas. También se recomienda no cruzarse de piernas al estar sentado y hacer ejercicio físico regularmente.
Medicamentos
Se pueden usar varios tipos de medicamentos para tratar la insuficiencia venosa crónica. Los diuréticos (medicamentos que se usan para eliminar el exceso de líquido del cuerpo a través de los riñones) pueden reducir la hinchazón. La pentoxifilina, que mejora el flujo sanguíneo a través de los vasos, puede usarse en combinación con una terapia de compresión para ayudar a curar las úlceras de las piernas.
Se puede recomendar un tratamiento anticoagulante (diluyente sanguíneo) para aquellas personas con problemas recurrentes en las venas de las piernas.
Escleroterapia
La escleroterapia puede ser una opción recomendable para pacientes en un estado mucho más avanzado de la enfermedad. Este procedimiento consiste en inyectar una sustancia química en las venas afectadas. Con esta sustancia química se logra una cicatrización en las venas que interrumpe el transporte de sangre. Luego la sangre vuelve al corazón a través de otras venas y el cuerpo absorbe las venas cicatrizadas.
Cirugía
En menos del 10% de los casos de insuficiencia venosa crónica se recomienda la cirugía como forma de tratamiento. Las intervenciones quirúrgicas que se pueden emplear para tratar la enfermedad son:
Ligadura - se liga la vena afectada para que la sangre deje de circular a través de ésta. Si la vena o sus válvulas están muy dañadas, se extirpa la vena ("fleboextracción venosa").
Reparación quirúrgica - se pueden reparar quirúrgicamente venas o válvulas a través de una incisión con bisturí o el uso de un catéter (tubo hueco).
Transplante venoso - se trasplanta una vena sana de otra parte del cuerpo en reemplazo de la dañada.
Cirugía subfascial endoscópica de venas perforantes (aponeurectomía) - intervención menos invasiva que se realiza con un endoscopio (un tubo pequeño y flexible que lleva una luz y una lente en su extremo). Se cortan y se ligan las venas perforantes (venas que se encuentran en el área de la pantorrilla) para que la sangre fluya hacia las venas sanas y puedan curarse las úlceras.
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