La tortícolis congénita significa que un bebé nace con una posición extraña del cuello. Esa posición extraña se debe a un músculo del cuello tenso y corto. Afecta el lado derecho más que el lado izquierdo. Puede ir de leve a grave. A esta afección también se la puede conocer como cuello tieso.
Los médicos no saben cuáles son las causas de esta afección. Puede deberse a la posición del bebé en el útero. O puede deberse a una lesión en el músculo del cuello antes del nacimiento.
La tortícolis muscular congénita puede observarse en el nacimiento. O puede que usted no la note hasta que su bebé tenga al menos unas semanas de edad. Cada niño puede tener síntomas un tanto diferentes. Pueden incluir, por ejemplo:
Inclinación de la cabeza del bebé hacia un lado
Rotación de la barbilla del bebé hacia el lado opuesto de la cabeza
Dificultades para mover la cabeza
Bulto firme y pequeño en el centro del músculo del cuello
Si la tortícolis muscular es grave, el bebé también puede tener:
Aplanamiento de un lado de la cabeza
Diferencias entre ambos lados de la cara
Oreja en posición extraña
Otras anomalías en los músculos, los huesos y las articulaciones
Los síntomas de la tortícolis muscular congénita pueden parecerse a otros problemas de salud. Asegúrese de que su hijo vea a su proveedor de atención médica para recibir un diagnóstico.
El proveedor de atención médica de su bebé por lo general encontrará la anomalía al examinar a su bebé. Puede que su hijo necesite las siguientes pruebas para el diagnóstico:
Radiografías. Esto comprobará si hay anomalías en los huesos del cuello y los hombros.
Ecografía. Esta prueba usa ondas de sonido para examinar el músculo del cuello.
El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y la salud general de su hijo. También variará según la gravedad de la afección.
El tratamiento puede incluir lo siguiente:
Estiramientos suaves. Eso ayudará a aliviar la tensión y a alargar el músculo del cuello.
Estimulación infantil. Eso ayudará a su bebé a aprender a mover y estirar el músculo.
Cirugía. En raras ocasiones, se necesita cirugía para corregir el músculo acortado.
Si el problema no se corrige, el bebé no podrá mover su cabeza con normalidad. Eso le causará tensión permanente en el músculo. Hará que el cuello y la cara se desarrollen en forma despareja.
Puede ayudar a que su bebé afloje y estire el músculo haciendo lo siguiente:
Haga los ejercicios de estiramiento que el proveedor de atención médica de su bebé le muestre.
Ponga juguetes en un lugar donde su bebé tenga que girar la cabeza para mirarlos.
Sostenga a su bebé de manera tal que el bebé deba girar la cabeza.
Coloque a su bebé en la cuna de manera tal que el bebé deba girar la cabeza para mirar hacia donde usted está.
Hable con el proveedor de atención médica de su bebé acerca de consultar a un fisioterapeuta. Este profesional puede ayudarle con los ejercicios y la postura. Puede también que su bebé necesite tratamiento.
El proveedor de atención médica de su bebé volverá a examinar a su bebé en forma regular para asegurarse de que la tortícolis está mejorando.
Llame al proveedor de atención médica de su bebé si nota síntomas de la tortícolis muscular. Y si su bebé tiene esta afección, llame al proveedor de atención médica si no mejora.
La tortícolis muscular congénita es una afección en la que el músculo del cuello del bebé es corto y está tenso. Esto hace que el cuello se gire.
Los médicos no saben cuáles son las causas de esta afección.
La tortícolis muscular congénita puede observarse en el nacimiento. O puede que no se detecte hasta que el bebé tenga al menos unas semanas de edad.
Por lo general, ejercicios suaves de estiramiento y postura es todo lo que se necesita para tratar el músculo acortado.
Si el problema no se corrige, el bebé no podrá mover su cabeza con normalidad. Puede ocasionar tensión permanente del músculo y un desarrollo desigual del cuello y la cara.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita al proveedor de atención médica de su hijo:
Tenga en mente la razón de la visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé el proveedor para su hijo.
Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo ayudará a su hijo. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si su hijo no toma el medicamento o no se hace un análisis o procedimiento.
Si su hijo tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo puede comunicarse con el proveedor de su hijo después del horario de consultorio. Es importante por si su hijo se enferma y usted necesita hacer preguntas o pedir un consejo.
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