La distimia es una forma de depresión más leve, pero de larga duración. También se la conoce como trastorno depresivo persistente. Las personas con esta afección también pueden tener episodios de depresión mayor en algunas ocasiones.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta a su cuerpo, ánimo y pensamientos. Afecta la manera de comer y dormir, pensar sobre las cosas, y sentir sobre uno mismo. No es lo mismo que ser infeliz o estar "triste". No es un signo de debilidad o algo que se pueda desear o hacer que desaparezca por voluntad propia. Las personas con depresión no pueden "salir de ella" y reponerse. El tratamiento es clave para la recuperación.
La distimia afecta a las mujeres dos veces más que a los hombres. Algunas personas también pueden tener depresión o trastorno bipolar.
No hay una causa clara para este tipo de depresión. Los profesionales de la salud mental creen que es el resultado de desequilibrios químicos en el cerebro. Se cree que hay muchos factores que contribuyen a la depresión. Estos incluyen factores ambientales, psicológicos, biológicos, y genéticos. El estrés crónico y el traumatismo también se han vinculado con esta afección.
La distimia parece ser hereditaria, pero aún no se han vinculado genes a ella.
La distimia es más leve, pero más duradera que la depresión mayor. Cada persona puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Cuando hay síntomas, estos pueden incluir, por ejemplo:
Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad y "vacío"
Menor capacidad para concentrarse, pensar, y tomar decisiones
Menor energía
Cansancio (fatiga).
Sentimientos de desesperanza
Cambios de peso o en el apetito debido a una excesiva o insuficiente alimentación
Cambios en los patrones del sueño, como sueño irregular, imposibilidad de dormir, despertar de madrugada o dormir demasiado
Baja autoestima
Para diagnosticar esta afección, un adulto debe tener un estado de ánimo depresivo durante al menos 2 años (o un año en niños y adolescentes), junto con al menos 2 de los síntomas anteriores. Los síntomas de esta enfermedad pueden parecerse a los de otras enfermedades de la salud mental. Siempre hable con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico.
La depresión a menudo se desarrolla con otras enfermedades, tales como enfermedades cardíacas o cáncer. También puede ocurrir con trastornos de ansiedad o abuso de sustancias. A menudo, las personas con distimia se acostumbran a los síntomas depresivos leves y no buscan ayuda. Sin embargo, el diagnóstico y el tratamiento precoz es clave para la recuperación.
Un diagnóstico puede realizarse después de un examen psiquiátrico minucioso y una historia clínica realizada por un profesional de la salud mental.
El tratamiento puede incluir una de estas opciones o una combinación ellas:
Medicamentos. Existen muchos medicamentos diferentes para tratar la depresión. A menudo se requieren de 4 a 6 semanas para que los antidepresivos tengan un efecto completo. Es importante seguir tomando el medicamento, incluso si al principio parece no funcionar. Es importante que hable con su proveedor de atención médica antes de dejar de tomarlo. Algunas personas tienen que cambiar o agregar medicamentos para obtener resultados.
Terapia. A menudo, se trata de la terapia cognitiva conductual o interpersonal. Se centra en modificar la visión distorsionada de uno mismo y del entorno. También trabaja para mejorar las habilidades de relación, e identificar y manejar los factores estresantes.
Dado que esta afección por lo general dura más de 5 años, puede que sea necesario un tratamiento a largo plazo.
Si usted tiene depresión, hay cosas que puede hacer para sentirse mejor. La depresión puede hacerlo sentir agotado, inútil, impotente y sin esperanza. Esos pensamientos y sentimientos negativos pueden hacer que sienta ganas de darse por vencido. Es importante darse cuenta de que estas visiones negativas son parte de la depresión y pueden no reflejar la realidad. Los pensamientos negativos desaparecen cuando el tratamiento empieza a hacer efecto. Mientras tanto, tenga en cuenta lo siguiente:
Busque ayuda. Si cree que puede estar deprimido, consulte a un profesional lo más pronto posible.
Establezca metas realistas y no asuma tanta carga.
Divida las tareas grandes en otras más pequeñas. Establezca prioridades y haga lo que pueda cuando pueda.
Trate de estar con otras personas y de confiar en alguien. Por lo general es mejor que estar solo y ser reservado.
Haga cosas que lo hagan sentir mejor. Ir al cine, realizar tareas de jardinería, o tomar parte en actividades religiosas, sociales o de otro tipo pueden ayudar. Hacer algo bueno por otra persona también puede ayudarle a sentirse mejor.
Haga actividad física con regularidad.
Esperar a que su ánimo mejore lentamente, no de inmediato. Sentirse mejor lleva tiempo.
Siga una dieta saludable y bien equilibrada.
No beba alcohol ni consuma drogas. Estos hábitos pueden empeorar la depresión.
Lo mejor es posponer decisiones importantes hasta que la depresión haya desaparecido. Antes de hacer un gran cambio, como cambiar de trabajo, casarse o divorciarse, hable con otras personas que lo conozcan bien y tengan una visión más objetiva de su situación.
Recuerde: La gente rara vez "sale de" una depresión. Sin embargo, pueden sentirse un poco mejor día a día.
Trate de ser paciente y centrarse en los aspectos positivos. Esto puede ayudar a reemplazar los pensamientos negativos que forman parte de la depresión, y tales pensamientos desaparecerán a medida que su depresión responda al tratamiento.
Deje que sus familiares y amigos lo ayuden.
La distimia es más leve, pero es una forma más crónica que la depresión mayor. Las personas con esta enfermedad, en algunas ocasiones, también pueden tener depresión mayor.
No hay una causa clara de este trastorno, pero los profesionales de la salud mental creen que es el resultado de desequilibrios químicos en el cerebro. Algunos tipos de depresión parecen ser hereditarios, pero aún no se han vinculado genes a ella.
En general, casi todas las personas con depresión tienen sentimientos permanentes de tristeza, y pueden sentirse impotentes, sin esperanza, e irritables. Sin tratamiento, los síntomas pueden durar muchos años.
Esta afección a menudo se trata con medicamentos, terapia, o una combinación de ambos.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita a su proveedor de atención médica:
Tenga en mente la razón de su visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
Lleve a alguien con usted para que le ayude a hacer las preguntas y para que recuerde lo que el proveedor le dice.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé su proveedor.
Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo le ayudará. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si usted no toma el medicamento o no se hace el análisis o procedimiento.
Si tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.
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