El hipotiroidismo es un trastorno marcado por una glándula tiroides con actividad insuficiente y puede presentarse durante el embarazo. Lamentablemente, muchos síntomas del hipertiroidismo se confunden con síntomas del embarazo, como la fatiga, el aumento de peso y la menstruación anormal. En consecuencia, la enfermedad puede pasar desapercibida y no tratarse. Además, el riesgo de desarrollar hipotiroidismo aumenta con la edad, lo cual es importante porque cada vez más mujeres demoran el embarazo hasta una edad más avanzada.
El hipotiroidismo es un trastorno común que puede pasar desapercibido si los síntomas son leves. Hipotiroidismo significa que la tiroides no está lo suficientemente activa y produce cantidades insuficientes de hormonas tiroideas. Los síntomas del hipotiroidismo generalmente son muy sutiles y graduales, y pueden confundirse con los síntomas de la depresión. Los siguientes son los síntomas más comunes del hipotiroidismo. Sin embargo, cada persona puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
expresiones faciales toscas;
fatiga;
intolerancia al frío;
voz ronca;
habla lenta;
parpados caídos;
rostro hinchado e inflamado;
aumento de peso;
estreñimiento;
cabello escaso, áspero y seco;
piel áspera, seca y engrosada;
síndrome de túnel carpiano (hormigueo o dolor en la mano);
pulso lento;
calambres musculares;
afinamiento o caída del pelo en los laterales de las cejas;
confusión; y
flujo menstrual mayor o irregular en las mujeres.
Los síntomas del hipotiroidismo pueden ser similares a los de otras afecciones o problemas médicos. Siempre debe consultar a su médico para obtener un diagnóstico.
A menudo, el hipotiroidismo se diagnostica mediante el análisis de sangre de una persona que no presenta ningún síntoma de hipotiroidismo.
Durante los primeros meses de embarazo, el feto depende de la madre para recibir hormonas tiroideas. Las hormonas tiroideas desempeñan una función esencial en el desarrollo normal del cerebro y el crecimiento del feto. La carencia de las hormonas tiroideas maternas debido al hipotiroidismo puede producir efectos prolongados en el feto.
La detección del hipotiroidismo involucra un análisis de sangre que mide la hormona tiroidea (tiroxina o T4) y los niveles de TSH (hormona estimulante tiroidea) en suero. A menudo se sospecha de hipotiroidismo cuando los niveles de TSH están por encima de lo normal y los niveles de T4 están por debajo de lo normal. Siempre debe consultar a su médico para obtener un diagnóstico.
Existe un debate sobre si las mujeres embarazadas deben someterse a un examen de rutina para detectar una enfermedad tiroidea. Algunos expertos recomiendan realizar una prueba solo si existe la sospecha clínica de una función tiroidea anormal y no recomiendan una evaluación tiroidea como parte del cuidado prenatal de rutina. Otros consideran que todas las mujeres deben someterse a un examen para detectar anomalías tiroideas dentro de las primeras nueve semanas de embarazo. Los niveles de hormona tiroidea varían durante el transcurso del embarazo y deben verificarse periódicamente si una persona recibe terapia de reemplazo de hormona tiroidea. Cada mujer debe consultar a su médico sobre sus necesidades particulares.
Una vez que se diagnostica hipotiroidismo, se puede utilizar una terapia de reemplazo de hormona tirodea para tratar a la madre. La dosificación de la terapia de reemplazo de hormona tiroidea se basa en los niveles individuales de las hormonas tiroideas. El tratamiento es seguro y esencial, tanto para la madre como para el feto. Cuando el bebé nace, los exámenes de rutina para el recién nacido incluyen un análisis de los niveles de hormona tiroidea.
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