Un trasplante de riñón es una cirugía para colocar un riñón sano de otra persona en alguien que tiene problemas renales graves. El riñón sano puede provenir de dos tipos de donantes:
Donante fallecido. Es un donante de órganos que acaba de morir.
Donante vivo. Los familiares o personas que no tienen relación familiar pero presentan buena compatibilidad también pueden donar uno de sus riñones. Este tipo de trasplante se denomina trasplante de donante vivo. Las personas que donan un riñón pueden vivir saludablemente con el que les queda.
Una persona que recibe esta clase de trasplante suele recibir solo un riñón. Sin embargo, en casos excepcionales, podría recibir dos riñones de un donante fallecido. En la mayoría de los casos, los órganos enfermos se dejan en su lugar durante la cirugía. El riñón trasplantado se implanta en la parte inferior del abdomen, en la parte frontal del cuerpo.
Un trasplante de riñón se recomienda para niños que tienen disfunciones graves de los riñones y que no podrían vivir sin diálisis o un trasplante. A continuación se detallan algunas de las enfermedades infantiles de los riñones por las que se realizan trasplantes.
Defectos de nacimiento y enfermedades hereditarias. Estas son las causas más comunes de insuficiencia renal en los niños desde el nacimiento y hasta los cuatro años de edad.
Enfermedades hereditarias, síndrome nefrótico y enfermedades sistémicas. Estas son las causas más comunes de insuficiencia renal en los niños entre los 5 y los 15 años de edad.
Enfermedades que afectan los vasos sanguíneos (glomérulos) de los riñones. Esta es la causa más común de insuficiencia renal en los niños entre los 15 y los 19 años de edad.
Sin embargo, no todos los casos de estas enfermedades requieren trasplante de riñón. Consulte siempre al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
Existen dos tipos de donantes: los fallecidos y los vivos.
Donantes fallecidos
La mayoría de los riñones que se trasplantan proceden de donantes de órganos fallecidos. Este tipo se conoce como trasplante de donante fallecido. Los donantes son adultos o niños cuyo estado físico se considera crítico y que son declarados muertos porque su cerebro o corazón ha dejado de funcionar definitivamente. Si el donante es un adulto, es posible que haya aceptado ser un donante de órganos antes de enfermarse. La familia de la persona fallecida debe dar su consentimiento para donar los órganos. Los donantes pueden ser originarios de cualquier lugar de Estados Unidos. Un niño que se realiza esta clase de trasplante suele recibir solo un riñón. Sin embargo, en casos aislados, podría recibir dos riñones de un donante fallecido. Se están realizando estudios para poder dividir un riñón entre dos receptores.
Donantes vivos
Los familiares o personas que no tienen relación familiar pero presentan buena compatibilidad, también pueden donar uno de sus riñones. Este tipo de trasplante se denomina de donante vivo. Las personas que donan un riñón pueden vivir saludablemente con el que les queda. Los niños mayores de dos años en general pueden recibir un riñón de un adulto, porque suele haber espacio suficiente en el abdomen para que quepa un riñón nuevo.
Si aceptan a su hijo como candidato para un trasplante, el niño entrará en una lista nacional de espera para trasplantes. Cuando aparece un donante, una computadora busca todas las personas en la lista de espera para trasplante de riñón y descarta a aquellos que no tienen buena compatibilidad con el riñón disponible. Se elabora una lista nueva de los candidatos restantes. La persona que encabece esta lista especializada será considerada para el trasplante. Si por alguna razón se determina que esa persona no es un candidato adecuado, se pasa a la siguiente persona de la lista, y así sucesivamente. Algunos de los motivos por los cuales podría considerarse a una persona que se encuentra más abajo en la lista son el tamaño del órgano donado y la distancia geográfica entre el donante y el receptor.
Hable con el equipo de atención médica de su hijo para saber si un trasplante es una opción de tratamiento para el niño. En caso afirmativo, pídale al proveedor de su hijo que lo remita a un centro de trasplantes de su área. Los centros de trasplantes están ubicados en determinados hospitales en todo el territorio de Estados Unidos. Su hijo debe hacerse una evaluación completa en el centro de trasplantes.
Su hijo tendrá que hacerse exámenes variados que estarán a cargo del equipo del centro de trasplantes. Este es el grupo de especialistas que evalúan a las personas para saber si es posible hacerles un trasplante. También atienden a las personas que están recibiendo un trasplante. El equipo decidirá si su hijo es candidato para un trasplante. El equipo del centro de trasplantes está compuesto por:
Cirujanos de trasplante. Médicos especializados en trasplantes que realizarán la cirugía y coordinarán a todos los miembros del equipo. Realizan un seguimiento de su hijo antes del trasplante, después de este e incluso después de que el niño recibe el alta del hospital.
Nefrólogos. Médicos especializados en trastornos de los riñones. Los nefrólogos ayudarán a manejar la atención de su hijo antes y después de la cirugía.
Urólogos. Médicos especializados en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del sistema genitourinario.
Enfermero coordinador de trasplante. Enfermero que organizará todos los aspectos de los cuidados clínicos de su hijo antes y después del trasplante. El enfermero coordinador educará al paciente y coordinará los exámenes de diagnóstico y el cuidado de seguimiento.
Trabajadores sociales. Profesionales que ayudarán a su familia a enfrentar muchas situaciones que puedan surgir, como por ejemplo alojamiento, trasporte, financiamiento y asuntos legales. También pueden ayudarle a coordinar métodos de aprendizaje alternativos para que su hijo no se atrase en la escuela.
Dietistas. Profesionales que ayudarán a satisfacer las necesidades nutricionales de su hijo antes y después del trasplante. Trabajarán estrechamente con usted y su familia.
Fisioterapeutas. Profesionales que ayudarán a su hijo a volverse fuerte e independiente en cuanto a los movimientos y la resistencia luego del trasplante.
Asistencia pastoral. Proporcionará apoyo y asistencia espiritual.
Otros miembros del equipo. Muchos otros miembros del equipo evaluarán a su hijo antes del trasplante y brindarán cuidados de seguimiento, de ser necesario. Estos pueden incluir:
Farmacéuticos
Anestesiólogos
Hematólogos
Especialistas en enfermedades infecciosas
Terapeutas respiratorios
Técnicos de laboratorio
Psicólogos
Especialistas en vida infantil
Se debe completar una evaluación profunda antes de poder incluir a su hijo en la lista nacional de espera para trasplantes. Los exámenes incluyen:
Análisis de sangre
Exámenes de diagnóstico
Evaluación psicológica y social de su hijo (si tiene la edad suficiente para esto) y de su familia
Se realizan exámenes para reunir información de utilidad que determine la urgencia y el grado de prioridad según los cuales se ubicará a su hijo en la lista de trasplante, y para garantizar que reciba un órgano compatible Dichos exámenes evalúan aspectos del estado de salud general del niño como, por ejemplo:
Función cardíaca, pulmonar y renal
Estado nutricional
Posibles infecciones
Los exámenes de sangre aumentarán las probabilidades de que el órgano donado no sea rechazado. Estos pueden incluir:
Análisis bioquímico de la sangre. Puede incluir la creatinina del suero, los electrólitos (como sodio y potasio), el colesterol y los exámenes de funcionamiento del hígado.
Estudios de coagulación, como el tiempo de protrombina (PT, por sus siglas en inglés) y el tiempo parcial de tromboplastina (PTT, por sus siglas en inglés). Son exámenes que miden cuánto tiempo tarda la sangre en coagularse
Otros análisis de sangre aumentarán las probabilidades de que el órgano donado no sea rechazado. Por ejemplo:
El grupo sanguíneo de su hijo. Cada persona tiene un tipo de sangre específico: tipo A+, A-, B+, B-, AB+. AB-, 0+ o 0-. Cuando su hijo recibe una transfusión, la sangre donada debe ser compatible con la propia, o podría producirse una reacción alérgica. Esta misma reacción también puede presentarse si la sangre que contiene un órgano donado ingresa al cuerpo de su hijo durante un trasplante. Las reacciones alérgicas pueden evitarse con solo comparar el grupo sanguíneo de su hijo con el del donante.
Antígenos leucocitarios humanos (HLA, por sus siglas en inglés) y panel reactivo de anticuerpos (PRA, por sus siglas en inglés). Estos análisis ayudan a determinar la probabilidad de éxito del trasplante mediante la identificación de los anticuerpos de la sangre de su hijo. El sistema inmunitario de nuestro cuerpo produce anticuerpos como reacción a sustancias extrañas, tal como una transfusión de sangre o un virus. Los anticuerpos del torrente sanguíneo intentarán atacar los órganos trasplantados. Por lo tanto, los niños que reciben un trasplante tomarán medicamentos para reducir esta respuesta del sistema inmunitario. Cuanto más alto sea el PRA de su hijo, más probabilidades habrá de que el órgano sea rechazado.
Análisis del funcionamiento de los riñones, el hígado y cualquier otro órgano vital
Estudios virales. Estos exámenes determinan si su hijo tiene anticuerpos contra virus que puedan aumentar la probabilidad de rechazo del órgano donado, como por ejemplo el citomegalovirus (CMV). También se realizan análisis para detectar muchas otras enfermedades infecciosas, por ejemplo, VIH y hepatitis.
También se realizan exámenes de diagnóstico profundos. Son necesarios para conocer el estado de salud completo de su hijo. También se pueden hacer otros estudios, por ejemplo:
Ultrasonido de riñón. Examen no invasivo en el cual se pasa sobre la zona del riñón un transductor que produce ondas sonoras que "rebotan" contra el riñón y transmiten la imagen del órgano a una pantalla de video. Sirve para determinar el tamaño y la forma del riñón, y para detectar masas, cálculos renales, quistes y otras obstrucciones o anomalías.
Biopsia de riñón. Procedimiento mediante el cual se extraen muestras de tejido (con una aguja o durante una cirugía) del riñón para un estudio con microscopio.
Pielografía intravenosa (IVP, por sus siglas en inglés). Una serie de radiografías de los riñones, uréteres y vejiga tras inyectar un medio de contraste en la vena para detectar tumores, anomalías, cálculos en los riñones o cualquier obstrucción y para evaluar el flujo sanguíneo renal.
El equipo de trasplante considerará toda la información de las entrevistas, historia clínica de su hijo, exámenes físicos y exámenes de diagnóstico para determinar si el niño puede ser candidato para un trasplante de riñón. Si su hijo resulta ser candidato, el equipo de trasplantes lo hará entrar en la lista nacional de espera para trasplantes. Si usted tiene alguna pregunta sobre la ubicación de su hijo en la lista, consulte al equipo de trasplantes.
No existe una respuesta definitiva a esta pregunta. Si usted tiene un donante vivo saludable y compatible, es posible que consiga realizar el trasplante en cuestión de unas semanas o meses. Si no hay ningún familiar vivo donante, pueden pasar meses o años en lista de espera antes de que haya disponible un órgano. Durante este período, el niño recibirá un seguimiento riguroso por parte de sus médicos y del equipo de trasplante. Existen diversos grupos de apoyo para asistirlo durante el tiempo de espera.
Cada equipo de trasplante tiene sus propias pautas en cuanto a la espera de las personas en lista y la notificación de disponibilidad de un órgano donado. En la mayoría de los casos, se le notificará por teléfono. Se le pedirá que se presente en el hospital de inmediato a fin de que su hijo pueda recibir la preparación adecuada para el trasplante.
Una vez que se le notifica que se dispone de un órgano para su hijo, usted y el niño deberán presentarse inmediatamente en el hospital. Esto puede suceder en cualquier momento, por lo que siempre deberá estar preparado. Una vez en el hospital, al niño se le harán algunos exámenes de sangre finales para confirmar la compatibilidad del órgano.
Luego, será llevado al quirófano. Las cirugías de trasplante pueden demorar varias horas, pero tenga en cuenta que su duración variará considerablemente según el caso. Durante la cirugía, un miembro del equipo de trasplante lo mantendrá informado sobre el progreso de la operación.
Luego de la cirugía, su hijo será llevado a la unidad de cuidados intensivos (ICU, por sus siglas en inglés) para una vigilancia más rigurosa. El tiempo que su hijo pasará en la ICU variará según el trastorno particular del niño. Una vez estabilizado, el niño será enviado a la unidad especial del hospital que atiende a los pacientes de trasplantes de riñón. La evolución de su hijo se vigilará continuamente. Usted recibirá la preparación necesaria sobre todos los aspectos del cuidado de su hijo durante este momento. Esto incluirá la información que su equipo de trasplante le brindará sobre medicamentos, actividades, seguimiento, dieta y otras instrucciones específicas.
El rechazo es una reacción normal del cuerpo al tejido extraño. Cuando se coloca un riñón nuevo en el cuerpo de una persona, el cuerpo considera el órgano trasplantado como una "amenaza" e intenta atacarlo. El sistema inmunitario produce anticuerpos para intentar destruirlo, sin saber que el órgano trasplantado es beneficioso. Para permitir que el órgano se adapte satisfactoriamente a un cuerpo nuevo, se deben administrar medicamentos para que el sistema inmunitario acepte el trasplante y no lo considere un "objeto extraño".
A continuación se enumeran los síntomas más comunes del rechazo. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir lo siguiente:
Fiebre
Sensibilidad sobre el riñón
Nivel elevado de creatinina en la sangre
Presión arterial alta
Su equipo de trasplante le dirá a quién puede llamar de inmediato si se presenta cualquiera de estos síntomas.
Su hijo deberá tomar medicamentos por el resto de su vida para combatir el rechazo. Tenga en cuenta que cada niño es único, y que cada equipo de trasplante tiene preferencia por distintos medicamentos. Algunos de los medicamentos antirrechazo que más se utilizan son los siguientes:
Ciclosporina
Tacrolimús
Azatioprina
Micofenolato de mofetilo
Prednisona
Muromonab-CD3
Inmunoglobulina linfocítica
Continuamente se están aprobando nuevos medicamentos antirrechazo. Los médicos establecen los regímenes de medicamentos para satisfacer las necesidades de cada niño en particular. Las dosis de estos medicamentos pueden cambiar con frecuencia a medida que la respuesta de su hijo cambie. Como los medicamentos antirrechazo afectan al sistema inmunitario, los niños que reciben un trasplante tendrán un riesgo mayor de infecciones. Deberá mantenerse un equilibrio entre la prevención del rechazo y la susceptibilidad del niño a las infecciones. Se realizarán análisis de sangre periódicos para medir la cantidad de medicamentos en el cuerpo para evitar que el niño reciba una dosis excesiva o insuficiente. Los glóbulos blancos también son un indicador importante de las dosis de medicamentos necesarias para su hijo.
El riesgo de infección es especialmente alto en los primeros meses debido a que las dosis de medicamentos antirrechazo son mayores durante esta etapa. Es probable que su hijo necesite tomar medicamentos para evitar otras infecciones. Entre las infecciones que más pueden afectar a su hijo pueden incluirse las infecciones micóticas orales (aftas), el herpes y los virus respiratorios.
Vivir con un trasplante es un proceso que dura toda la vida. Se le administrarán medicamentos que impidan que el sistema inmunitario ataque el órgano trasplantado. También será tratado con otros medicamentos que eviten los efectos adversos de los medicamentos antirrechazo, por ejemplo las infecciones. Es fundamental realizar visitas frecuentes y mantener un estrecho contacto con el equipo de trasplante. También es de vital importancia conocer los signos de rechazo del órgano y examinar al niño en busca de estos a diario. Cuando el niño tenga edad suficiente, necesitará saber más sobre los medicamentos antirrechazo (su función y los signos de rechazo) para poder cuidarse de forma independiente.
Cada niño es único, y cada trasplante es diferente. Los resultados mejoran continuamente a medida que los médicos y científicos aprenden más sobre la reacción del cuerpo frente a los órganos trasplantados y buscan métodos para mejorar los trasplantes.
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