La ortodoncia es la especialidad dental que se enfoca en el desarrollo, prevención y corrección de irregularidades de los dientes, mordida y mandíbulas. Los ortodoncistas también tienen capacitación especial en anormalidades faciales y trastornos de la mandíbula. Un padre puede consultar a un ortodoncista luego de recibir referencia del dentista general del niño. Sin embargo, la American Dental Association (Asociación Dental Estadounidense) recomiendo que todos los niños reciban una evaluación ortodoncista a la edad de los siete años.
Cualquier problema de ortodoncia puede ser clasificado como maloclusión o "mala mordida". Los siguientes problemas pueden ser minimizados con el apropiado tratamiento de ortodoncia:
Dientes desalineados, torcidos o apiñados
Dientes faltantes
Dientes extras
Una sobre mordida
Una sub mordida
Una mordida abierta
Posición incorrecta o desalineada de la mandíbula
Un trastorno de la articulación de la mandíbula
En la mayoría de los casos, la edad ideal para utilizar frenillos u otro tratamiento de ortodoncia es entre los 10 y los 14 años de edad. El movimiento y corrección del alineamiento de los dientes sigue el mismo proceso biológico y físico sin importar la edad. Sin embargo, una boca adulta debe superar los huesos faciales ya posicionados y la estructura de la mandíbula. Por lo que superar la mayoría de tipos de maloclusiones puede requerir más de un tipo de tratamiento de ortodoncia para los adultos y a veces puede involucrar cirugía de la mandíbula.
Los frenillos, también llamados dispositivos fijos de ortodoncia, por lo general vienen en tres tipos:
Brackets, metálicos o plásticos, claros o del color de los dientes que son colocados sobre los dientes
Brackets de tipo linguales que se adhieren a la parte trasera de los dientes, escondidos de la vista
Bandas que cubren la mayoría de los dientes con bandas metálicas que envuelven los dientes
Los tres tipos utilizan cables para mover los dientes a la posición deseada. Los alineadores de dientes removibles y claros también pueden ser una opción. Pregúntele a su ortodoncista.
Las siguientes recomendaciones le ayudarán a eliminar o reducir cualquier problema de salud bucal mientras sus niños utilizan frenillos:
Asegúrese de que su hijo se esté cepillando los dientes cuidadosamente después de cada comida con pasta de diente con flúor y un cepillo de dientes con cerdas suaves, ya que la comida se aloja fácilmente en los frenillos. Es necesario un nuevo cepillo de dientes cada tres o cuatro meses o antes si las cerdas se rompen o deshilachan. Un cepillo de dientes gastado no hace un buen trabajo de limpieza de los dientes.
Asegúrese que su hijo use hilo dental diariamente entre los dientes y los frenillos. Un enhebrador de hilo dental puede ser útil para llevar el hilo dental por debajo del arco de alambre.
Haga que el dentista u ortodoncista de su hijo le limpie sus dientes cada seis mese, o como se lo recomiende.
Limite el consumo de azúcar y almidón de su hijo, ya que los restos de estos tipos de comida pueden volverse ácidos dañinos lo que puede ser dañino para los dientes y encías y promover la formación de placa.
Evite bocadillos duros o pegajosos que puedan ser difíciles de remover del equipo de ortodoncia en la boca de su hijo. Esto incluye comidas duras tales como palomitas de maíz, nueces o cubitos de hielo y comidas pegajosas como goma de mascar, caramelos y otros dulces masticables.
Pregúntele a su dentista sobre la aplicación del barniz de flúor sobre los frenillos para minimizar las manchas blancas en los dientes luego que se retiran los frenillos.
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