El osteosarcoma es un tipo de cáncer óseo que generalmente se desarrolla en las células osteoblásticas que forman el hueso. Se presenta con más frecuencia en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Aproximadamente, se registran 800 casos nuevos de osteosarcoma por año en los EE.UU. De estos casos, 400 se dan en niños y adolescentes. Además, se presentan con más frecuencia en hombres que en mujeres.
Generalmente, el osteosarcoma aparece en los huesos largos que rodean la rodilla. Otros sitios para el desarrollo del osteosarcoma incluyen la pierna superior, o fémur, la pierna inferior, el hueso del brazo superior y cualquier hueso del cuerpo, incluidos los huesos de la pelvis, los hombros y el cráneo.
El osteosarcoma puede metastatizarse o expandirse en los tejidos circundantes, como los tendones o los músculos. Además, también podría metastatizarse a través del torrente sanguíneo hacia otros órganos o huesos en el cuerpo.
No se conoce la causa exacta del osteosarcoma, pero se cree que se debe a mutaciones del ADN, ya sea de forma hereditaria o adquirida después del nacimiento. Otras teorías y asociaciones se han sugerido como factores de riesgo.
Los factores de riesgo sugeridos para los osteosarcomas incluyen:
Periodos de desarrollo adolescente
Ser alto para una edad determinada
Tratamiento previo con radiación para otro cáncer, especialmente a una edad joven o con altas dosis de radiación
Presencia de ciertas enfermedades benignas de los huesos (no cancerígenas)
Presencia de ciertos trastornos extraños y hereditarios, como los siguientes:
Síndrome de Li-Fraumeni. Es una predisposición genética poco frecuente a múltiples tipos de cánceres (como sarcomas en los tejidos blandos, cáncer de mama, tumores cerebrales, osteosarcoma, leucemia, melanoma, cáncer de la corteza suprarrenal y otros) causados por la mutación en un gen (el gen supresor de tumoral p53) que normalmente detiene el cáncer.
Síndrome de Rothmund Thomson. Es un síndrome hereditario poco frecuente que incluye problemas esqueléticos, sarpullidos, estatura baja y un gran riesgo de desarrollar osteosarcoma. Se genera por una anormalidad en el gen REQL4.
Retinoblastoma. Es un tumor maligno de la retina que generalmente aparece en niños menores de 4 años.
Los siguientes son los síntomas más comunes del osteosarcoma. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de manera diferente. Algunos de los síntomas son:
Dolor en el hueso afectado
Hinchazón alrededor del sitio afectado
Dolor intenso al realizar actividades o levantar peso
Cojear
Movimiento reducido de las extremidades afectadas
Los síntomas del osteosarcoma podrían asemejarse a otras condiciones médicas, como por ejemplo el sarcoma de Ewing. Siempre debe consultar con su médico para obtener un diagnóstico.
Además de una historia clínica completa y un examen físico, los procedimientos de diagnostico para los osteosarcomas podrían incluir lo siguiente:
Estudios de imágenes múltiples del tumor y de los sitios de posible metástasis, como por ejemplo:
Radiografía. Es una prueba de diagnóstico que utiliza rayos de energía electromagnética para generar imágenes de tejidos internos, huesos y órganos en una placa radiográfica.
Gammagrafía ósea con radionúclidos. Es un método de imagen nuclear para evaluar cambios degenerativos y/o artríticos en las articulares con el fin de detectar enfermedades en los huesos y tumores, y determinar la causa del dolor en los huesos y la inflamación. Esta prueba es para descartar infecciones o fracturas.
Imagen por resonancia magnética (IRM). Es un procedimiento diagnóstico que utiliza la combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes detalladas de los órganos y las estructuras del interior del cuerpo. Esta prueba se lleva a cabo para definir mejor una masa detectada en una radiografía y para buscar la propagación circundante de tumores.
Tomografía computada (también denominada TC o TAC). Es un procedimiento de diagnóstico por imágenes que utiliza una combinación de rayos X y tecnología informática para producir imágenes horizontales o axiales (a menudo denominadas "planos") del cuerpo. Una TC muestra imágenes detalladas de las partes del cuerpo, incluidos los huesos, músculos, tejidos grasos y órganos. Las TC son más precisas que las radiografías generales.
Tomografía por emisión de positrones (TEP). Se inyecta glucosa (azúcar) marcada con radioactividad en el torrente sanguíneo. Los tejidos que usan más glucosa que los tejidos normales (como tumores) pueden detectarse con un escáner. Las TEP pueden utilizarse para encontrar pequeños tumores que se han esparcido o verificar si el tratamiento funciona para un tumor conocido.
Gammagrafía ósea. Es una prueba por imágenes que toma una imagen de todo el esqueleto de una sola vez para detectar si el cáncer se ha propagado a otros huesos.
Hemograma completo (CBC, por sus siglas en inglés). Es una medición del tamaño, cantidad y madurez de las diferentes células sanguíneas en un volumen de sangre específico.
Exámenes de sangre. Incluyen la química sanguínea
Biopsia del tumor. Es un procedimiento en el que se extraen muestras de tejido (con una aguja o durante una cirugía) del cuerpo para su examinación con un microscopio con el fin de comprobar la presencia de cáncer y otras células anormales.
Su doctor determinará el tratamiento específico para el osteosarcoma, de acuerdo con lo siguiente:
Su edad, salud general e historia clínica
Magnitud de la enfermedad
Su tolerancia a medicamentos específicos, procedimientos o terapias
Expectativas para el curso de la enfermedad
Su opinión o preferencia
El tratamiento puede incluir:
Cirugía (por ejemplo, biopsia, resecciones, gráficos de los huesos/piel, procedimientos para salvar extremidades, reconstrucciones)
Amputación
Quimioterapia
Radioterapia
Resecciones de metástasis (propagación del tumor hacia otras ubicaciones)
Rehabilitación, incluidas terapias físicas y ocupacionales, y adaptación psicosocial
Colocación de prótesis y entrenamiento
Servicios de apoyo para los efectos secundarios del tratamiento
Antibióticos para prevenir y tratar infecciones
Cuidados posteriores para determinar la respuesta al tratamiento, detectar la enfermedad recurrente y administrar los efectos secundarios del tratamiento
Muchos pacientes, especialmente los que tienen tumores de grados más elevados, recibirán una combinación de tratamientos.
El pronóstico para los osteosarcoma depende en gran medida de:
La magnitud de la enfermedad
El tamaño y la ubicación del tumor
El grado patológico del cáncer
Presencia o ausencia de metástasis
La respuesta del tumor a la terapia
Su edad y salud general
Su tolerancia a medicamentos específicos, procedimientos o terapias
Nuevos desarrollos en el tratamiento
Una persona que ha sido tratada debido al cáncer óseo cuando era niño o adolescente podría desarrollar efectos algunos meses o años después de la finalización del tratamiento. Estos efectos se conocen como tardíos. El tipo de efectos tardíos que uno desarrolla depende de la ubicación del tumor y de la manera en la que se lo trató.
Algunos tipos de tratamientos podrían afectar la fertilidad en un futuro. Si este efecto secundario es permanente, causará infertilidad o la incapacidad de tener hijos. Tanto las mujeres como los hombres pueden verse afectados.
Como con cualquier cáncer, el pronóstico y la supervivencia a largo plazo pueden variar en gran medida según persona. Cada individuo es único y el tratamiento y el pronóstico se estructura en torno a sus necesidades. La atención médica oportuna y una terapia intensiva son importantes para alcanzar el mejor pronóstico. Los cuidados posteriores al tratamiento son esenciales para una persona a la que se le diagnostica un osteosarcoma. Los efectos secundarios de la radiación y la quimioterapia, al igual que las enfermedades malignas, pueden aparecer en los sobrevivientes. Continuamente, se descubren nuevos métodos para mejorar el tratamiento y para disminuir los efectos secundarios.
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