El cuerpo toma los nutrientes de los alimentos y los convierte en energía. Después de que el cuerpo ha usado todos los componentes de los alimentos que necesita, las sustancias residuales quedan en la vesícula y en la sangre.
Los riñones y el sistema urinario ayudan a excretar las sustancias residuales y también mantienen en equilibrio las sustancias químicas tales como el potasio y el sodio, además del agua. Los riñones filtran y extraen los materiales tóxicos del cuerpo que son los productos del metabolismo de los alimentos. Estos desechos pueden causar problemas en el cuerpo si se acumulan. Los riñones también controlan el fluido y el equilibrio ácido-alcalino del cuerpo.
Los riñones, un par de órganos de color marrón violáceo, se ubican debajo de las costillas hacia la mitad de la espalda. Su función es la siguiente:
Eliminar el residuo líquido de la sangre en forma de orina
Mantener un equilibrio estable de sales y otras sustancias en la sangre
Los riñones eliminan la urea de la sangre a través de unas diminutas unidades de filtrado denominadas nefronas. En cada riñón hay alrededor de un millón de nefronas, que se ubican en la médula y la corteza renal. Cada nefrona consta de una bola formada a partir de pequeños capilares sanguíneos, denominados glomérulos, y un tubo pequeño, denominado túbulo renal.
Una vez que se forma la orina, esta atraviesa las nefronas y desciende por los túbulos renales del riñón. La orina se recolecta en los cálices renales y la pelvis renal, y se trasporta hacia la uretra, donde fluye hacia la vejiga.
Además de filtrar los residuos de la sangre y asistir en el equilibrio de los fluidos y otras sustancias del cuerpo, los riñones desempeñan otras funciones vitales. Los riñones:
Liberan hormonas, como la renina, que ayudan a regular la presión sanguínea y el funcionamiento del corazón
Producen eritropoyetina, una hormona que asiste en la formación de glóbulos rojos
Convierten la vitamina D en una forma que los tejidos del cuerpo pueden utilizar
Interactúan con los corticosteroides (producidos por las glándulas suprarrenales ubicadas encima de los riñones) que ayudan a regular la función de los riñones y el sistema de respuesta inflamatoria del cuerpo
La nefrología es la rama de la medicina que se encarga del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades relacionadas con los riñones, y los proveedores de atención médica que se especializan en las enfermedades renales se denominan nefrólogos. Otros profesionales de la salud que tratan problemas renales incluyen médicos de atención primaria, pediatras, especialistas en trasplantes y urólogos.
Los problemas en los riñones pueden incluir trastornos tales como insuficiencia renal, cálculos renales y cáncer de riñón. Las causas de estos problemas en los riñones incluyen las siguientes:
Envejecimiento. A medida que envejecemos, los cambios en la estructura de los riñones pueden causar que estos pierdan parte de su capacidad de eliminar residuos de la sangre y los músculos de los uréteres, la vejiga y la uretra tienden a perder parte de su fuerza. Sin embargo, estas causas por sí solas no originan las enfermedades renales crónicas.
Enfermedad o lesión. El daño a los riñones causado por una enfermedad o una lesión también puede impedir que los riñones filtren completamente la sangre o puede bloquear el paso de la orina.
Toxicidad. El daño a los riñones puede ser causado por sustancias, como ciertos medicamentos, una acumulación de ciertas sustancias en el cuerpo o sustancias tóxicas, como los venenos.
Las enfermedades del riñón y las vías urinarias siguen siendo la principal causa de enfermedad y muerte en los Estados Unidos. La Fundación Nacional del Riñón (National Kidney Foundation) indica que más de 26 millones de estadounidenses se ven afectados por enfermedades renales y urológicas, y millones más están en riesgo.
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de las enfermedades renales. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de manera diferente. Algunos de los síntomas pueden incluir los siguientes:
Dolor de cabeza frecuente
Fatiga
Picazón en todo el cuerpo
Sangre en la orina
Falta de apetito
Náuseas y/o vómitos
Inflamación alrededor de los ojos o hinchazón de manos y pies.
Oscurecimiento de la piel
Calambres o dolor muscular en la parte baja de la espalda, justo debajo de las costillas (no empeora con el movimiento)
Hipertensión (presión arterial alta)
Los síntomas de una enfermedad renal podrían asemejarse a los de otras afecciones o problemas de salud. Siempre debe consultar a su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico.
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