Preparación de la Familia

La preparación para la llegada de un nuevo bebé implica ayudar a los demás miembros de la familia a adaptarse. La llegada de un bebé exige la adaptación de toda la familia a nuevos sonidos, nuevos horarios y nuevos hábitos. La mayoría de las familias logra en poco tiempo adecuar sus costumbres a los cambios que se producen. Sin embargo, resulta útil preparar a algunos de sus miembros para afrontar dichos cambios.

Preparación de los hermanos para la llegada de un nuevo bebé

La llegada de un nuevo bebé implica importantes cambios para cualquier familia, y muchas veces a los hermanos no les resulta fácil adaptarse a estos cambios. Para los niños mayores de cinco años el proceso de adaptación no es tan difícil, dado que ya han comenzado a vivir experiencias fuera de sus hogares y a conocer a otros niños. Para los niños pequeños, en cambio, el proceso no es sencillo. No solo tienen que compartir a sus padres con el "intruso", sino que además deben afrontar los cambios producidos en su entorno y sus hábitos. Esta situación los afecta mucho.

Para ayudar a sus hijos en el proceso de adaptación, comience a hablarles sobre la llegada del bebé mucho antes del nacimiento. En general, cuanto más grande es un niño, menos deben demorar los padres en hablar sobre el tema. Si es posible, permita que participen en la toma de algunas decisiones. Los libros son un recurso maravilloso. Busque recursos en su biblioteca o librería local. Los mejores libros son aquellos que los niños desean leer una y otra vez. Adviértales que atravesarán situaciones estresantes y desalentadoras, pero destaque también los aspectos positivos de la experiencia. Prométales que les dedicará parte de su tiempo, sin la presencia del bebé.

Los niños pequeños son muy concretos. Una de las alternativas para abordar el tema consiste en el uso de velas grandes para los padres y velas más pequeñas para los niños. Encienda las velas más grandes y diga a los niños que su luz representa el amor que los padres sienten mutuamente. Luego, encienda una de las velas más pequeñas con el fuego de las dos primeras. Explique a sus hijos que las llamas de las velas de los padres siguen siendo tan grandes como antes y que hay más amor para compartir. Después, encienda la otra vela pequeña con las llamas de las tres primeras y comente que el amor no ha hecho más que crecer y que aún resta mucho amor para todos.

Algunos niños pequeños adoran tener una muñeca especial, a la que consideran su "bebé". Puede comprarla antes del parto o llevarla a su hogar junto con el nuevo bebé. Si la muñeca tiene rasgos muy similares a los de un bebé real, es posible utilizarla para que los niños aprendan a sostener y alimentar al bebé, e incluso a cambiarle los pañales.

Hágales saber a los hermanos mayores exactamente qué deben esperar. Recurra a su obstetra o al hospital en el que se realizará el parto para averiguar si se dictan clases de preparación para hermanos. Si se permite, es muy importante que los niños visiten a su madre en el hospital.

Los hermanos mayores deben tener la posibilidad de recibir al bebé en el hogar. Si otra persona se encarga de llevar al bebé, la madre puede ocuparse de los hermanos mayores. Si se toma una foto de los hermanos mayores en el momento en que sostienen al bebé por primera vez, esta puede convertirse en un recuerdo memorable. Asegúrese de que las personas que van de visita para conocer al bebé no ignoren a los hermanos mayores. Un libro pequeño o un juguete pueden compensar la enorme cantidad de regalos que recibe el nuevo bebé.

Desde el principio, establezca un plazo durante el cual, diariamente o semanalmente, usted dedicará a su hijo mayor toda su atención. Lo ideal es que ambos padres destinen a sus hijos parte de su tiempo. Aunque usted pase mucho tiempo con sus hijos en el hogar, puede resultar útil que ellos sepan que recibirán atención exclusiva en algún momento para que no sientan que deben competir permanentemente con el bebé para que usted se ocupe de ellos. Si está atendiendo al bebé y su hermano necesita algo, puede responderle que usted debe ocuparse del bebé en ese momento, pero que debe recordar que compartirán el momento "especial".

Dado que la hora en que debe alimentar al bebé puede ser particularmente problemática, usted puede disponer de una canasta de juguetes, libros y otras distracciones que sus hijos pequeños solo podrán utilizar en ese momento.

Los padres primerizos que están muy ocupados suelen esperar demasiado de los hijos mayores. Aunque se convierta en "hermano mayor", un niño de dos años no dejará de ser un niño pequeño. La capacidad de adaptación de los niños, tal como en el caso de los adultos, es limitada. Cuando una situación resulta demasiado abrumadora, los niños pueden sufrir una leve regresión; es probable, por ejemplo, que necesiten ayuda al utilizar el baño o al vestirse, o que deseen usar nuevamente un biberón, como los bebés. Sin menospreciar estas necesidades, bríndeles una atención cuidadosa y meticulosa, y recuérdeles lo maravilloso que es ser mayor, ya que se pueden hacer muchas más cosas. No es nada fácil para un niño mantener un comportamiento adecuado para su edad; no caiga en la trampa de esperar que un niño de dos años actúe como uno de cinco. Si hará cambios que afecten a su hijo mayor, como cambio de cama o de dormitorio para prepararse para recibir al bebé, haga esos cambios con bastante anticipación a la llegada del bebé. En el mismo sentido, tampoco trate de hacer ningún cambio importante como, por ejemplo, dejar los pañales cerca del momento en que se espera el nacimiento del bebé. 

El mantenimiento de los hábitos y costumbres de la familia (los horarios de sueño y de las comidas, por ejemplo) también puede ayudar a reducir el estrés de todos sus miembros.

Preparación de los abuelos para la llegada de un nuevo bebé

Probablemente, la llegada de un bebé sea el regalo más maravilloso que usted puede ofrecer a sus padres. Ellos están tan entusiasmados como usted y esperan tener una relación muy especial con el niño. Asimismo, el mantenimiento de una estrecha relación con los abuelos es un regalo muy especial para los niños. Según la relación que usted posea con sus padres, es posible que el nacimiento de un hijo le permita comprender mejor y apreciar más a sus padres, y que su relación con ellos también se afiance.

Muchos abuelos adoran participar en los planes y las decisiones que deben tomarse. Algunos esperan ansiosamente el momento en que podrán tener al bebé entre sus brazos y otros parecen menos dispuestos a hacerlo. Se han producido tantos cambios y desarrollado tantos productos relacionados con el cuidado del bebé (todas las nuevas vacunas, por ejemplo) que es probable que algunos abuelos sientan que no están suficientemente preparados. Por lo tanto, la participación en talleres sobre el cuidado del bebé o en cursos especiales para abuelos, si están disponibles, podría resultarles muy útil para "actualizarse".

Los abuelos pueden aportar una ayuda excepcional durante la llegada del bebé al hogar por primera vez. Permítales conocer a su nuevo nieto, pero acepte también toda la ayuda que ellos puedan prestarle con respecto a la limpieza del hogar, el lavado de la ropa y las comidas. Esta situación también puede brindar a los abuelos la oportunidad de compartir un momento especial con los nietos más grandes.

Por supuesto que existen posibles problemas. Durante esta etapa usted comenzará a conocer a su bebé y a desarrollar su propia filosofía con relación a la crianza de sus hijos. Acepte amablemente la ayuda y las sugerencias que sus padres puedan ofrecerle, pero no deje que asuman el papel que a usted le corresponde ni permita que le insinúen que está actuando incorrectamente o que es un mal padre. Confíe en sus instintos y su experiencia, y guíese por sus propios principios.

Preparación de las mascotas para la llegada de un nuevo bebé

La mayoría de los padres que tienen mascotas suele tener dudas con respecto a los efectos de la llegada de un bebé sobre el comportamiento de su perro o gato. Estas dudas se presentan con mayor frecuencia en aquellos hogares en los que la mascota ha teniddo un lugar esencial durante muchos años.

Es importante comenzar a preparar a su gato o perro para un nuevo bebé antes de que el bebé llegue a casa. La revisión veterinaria es esencial para que se examine la salud del animal y se controle la presencia de infecciones, como los parásitos intestinales. También es importante que el animal se someta a un control de pulgas y garrapatas para eliminar toda plaga que pueda existir en el hogar.

Algunos padres cuyas mascotas (especialmente en el caso de los perros) son demasiado agresivas temen que estas ataquen al bebé. Puede recurrir a un entrenador profesional para saber qué se debe hacer con un perro agresivo. Por otro lado, también puede optar por dejar al perro fuera de la casa si este resulta peligroso. Si planea modificar los hábitos de su mascota, por ejemplo, hacerla dormir afuera en vez de en su cama, comience con anticipación.

La llegada de un nuevo bebé a menudo puede ser caótica. Las mascotas pueden sentir curiosidad o, tal como les ocurre a los niños, pueden ponerse celosas por la competición para obtener la atención del amo. Muchas veces se recomienda el uso de una manta, una prenda o un pañal que el bebé haya usado para que la mascota pueda captar el olor del bebé. De esta manera, el animal no lo considerará como un extraño.

Cuando el bebé llegue al hogar, permita que su perro lo olfatee. Algunos expertos recomiendan que sea otra persona, y no los padres, la que lleve al bebé al hogar por primera vez. Existen numerosos mitos sobre las mascotas y los bebés, por ejemplo, la capacidad del gato para succionar el aliento de los bebés. Si bien muchos de estos mitos son falsos, es conveniente que controle todo contacto entre su bebé y sus mascotas. Incluso un animal que normalmente es muy bonachón puede lastimar a un bebé o un niño.

El mantenimiento de interacciones positivas es importante. Muchas mascotas captan el estrés y la alteración emocional, por lo que, al principio, el llanto del bebé puede resultarles perturbador. Los premios y las recompensas son útiles para tranquilizar a las mascotas. Consulte con un veterinario si tiene dudas con respecto a la relación entre su mascota y su bebé.