Los trastornos oculares que afectan la visión pueden dividirse en dos grupos, que incluyen lo siguiente:
Errores refractivos. Los errores refractivos son trastornos oculares en los que la forma del ojo no refracta de manera adecuada la luz que ingresa, lo que produce una visión borrosa.
Errores no refractivos. Los errores no refractivos son trastornos oculares que no son producto de errores refractivos, sino de enfermedades oculares.
Los errores refractivos se presentan en casi el 20 por ciento de los niños. Los siguientes son los errores refractivos más comunes que afectan la visión:
Miopía. La miopía es el error refractivo más común que se presenta en los niños. La miopía significa que el niño puede ver de cerca, pero tiene problemas para ver objetos que estén lejos. No suele presentarse en el nacimiento, sino que comienza a desarrollarse a medida que el niño crece. Por lo general, suele presentarse en niños de nueve o diez años. Puede notarse cuando el niño no puede leer el pizarrón desde el fondo del aula, pero puede leer y escribir sin problemas. Otros signos y síntomas pueden incluir dolores de cabeza, náuseas después de leer, sostienen los libros cerca del rostro o escriben con la cabeza muy cerca del escritorio.
Hipermetropía. La hipermetropía es un tipo de error refractivo en el que el niño puede ver o no las cosas que están cercanas a él, pero no tiene problemas para ver las cosas que están lejos. Cruzar o frotarse los ojos, la falta de interés en la escuela y la dificultad para leer pueden verse en niños con hipermetropía. Esta afección es poco común en niños.
Astigmatismo. El astigmatismo es un tipo de afección ocular en la que hay una curvatura anormal de la córnea, lo que produce una diminución en la visión. Puede comenzar en la niñez o la adultez y puede corregirse fácilmente si causa problemas. Algunos signos y síntomas del astigmatismo incluyen dolor de cabeza, visión borrosa, dificultad para leer y fatiga. En función de la gravedad, es posible que deban usarse anteojos o lentes de contacto.
Ambliopía u "ojo vajo". La ambliopía es un tipo común de afección ocular que puede producirse incluso cuando no hay problemas con la estructura del ojo. La disminución de la visión se produce cuando uno o ambos ojos envían una imagen borrosa al cerebro. El cerebro aprende a ver únicamente borroso con ese ojo. Los mejores resultados con el tratamiento se obtienen cuando el tratamiento comienza apenas se detecta.
Estrabismo u "ojos cruzados". El estrabismo es uno de los problemas oculares más comunes que padecen los niños. Se produce cuando los ojos están desalineados. Los ojos (uno o ambos) pueden girarse hacia adentro, afuera, arriba o abajo. Algunas veces, se presentan más de uno de esos elementos. El estrabismo también se llama "ojos bizcos" u "ojos cruzados". Los niños menores de seis medes de edad pueden tener una forma común de estrabismo que aparece y desaparece. Este tipo de estrabismo puede ser normal. Por lo general, el estrabismo es causado por una anormalidad en el control neuromuscular (incluye el cerebro) del movimiento ocular. El estrabismo como resultado de una fortaleza muscular deficiente del ojo es menos común.
Los signos y síntomas del estrabismo pueden incluir que el niño cruce los ojos, que no pueda discernir con certeza la distancia para levantar objetos, que cierre un ojo para ver mejor, mareos o que el niño mueva los ojos hacia adentro y hacia afuera. El tratamiento temprano del problema subyacente es esencial para evitar la pérdida de la vista. El tratamiento del estrabismo puede incluir usar un parche en el ojo más fuerte para aumentar la fortaleza del ojo más débil, anteojos, gotas para los ojos, ejercicios para los ojos o cirugía correctiva de la vista.
Las siguientes son algunas causas de los errores no refractivos:
Glaucoma. El glaucoma es una afección en la que la presión de líquidos normal dentro de los ojos (presión intraocular o "IOP", por sus siglas en inglés) aumenta lentamente como producto de la falta de drenaje apropiado del humor acuoso (que normalmente fluye dentro y fuera del ojo). En cambio, el líquido se acumula y causa daño de presión al nervio óptico (un haz de más de 1 millón de fibras nerviosos que conecta la retina con el cerebro) y pérdida de la visión. El glaucoma se clasifica de acuerdo con la edad del inicio del glaucoma. El glaucoma que comienza antes de que el niño tenga tres años de edad se denomina glaucoma infantil o congénito (se presenta en el nacimiento). El glaucoma que se produce en el niño se denomina glaucoma de la niñez.
Los signos y síntomas del glaucoma pueden incluir lagrimeo excesivo, sensibilidad a la luz (fotofobia), cierre de uno o ambos ojos ante la luz, vista nublada, córnea agrandada, un ojo más grande que el otro y pérdida de la visión. El tratamiento del glaucoma suele implicar una cirugía. Sin el tratamiento, la persona puede quedar ciega.
Cataratas. Una catarata es un área nublada u opaca sobre la lente del ojo (un área que suele ser transparente). A medida que se produce ese engrosamiento, evita que los rayos de luz penetren la lente y se enfoquen en la retina (el revestimiento del tejido sensible a la luz que se encuentra detrás del ojo). Esta área nublada se produce cuando alguna proteína que conforma la lente comienza a acumularse una sobre otra e interfiere con la visión. Las cataratas pueden afectar a un ojo (unilateral) o a ambos (bilateral). En los niños, las cataratas son poco comunes.
Un niño puede nacer con la enfermedad (congénita) o puede desarrollarse más adelante en su vida (adquirida). Las causas posibles de las cataratas incluyen las siguientes:
traumatismos;
diabetes;
envenenamiento;
uso de esteroides;
otras enfermedades de la niñez, como la artritis reumatoide;
complicaciones de otras enfermedades oculares, como un glaucoma.
La mayoría de los casos de cataratas congénitas (las que se presentan en el nacimiento) se producen en niños que también tienen otros problemas oculares o de salud. En aproximadamente un 25 por ciento de niños nacidos con cataratas congénitas, la afección se debe a una causa genética, como un trastorno del metabolismo (producto de una deficiencia de enzimas heredada) o una anomalía cromosómica (como el síndrome de Down).
Los signos y síntomas de las cataratas pueden incluir los siguientes:
pupilas blancas cuando se las examina con una linterna;
ojos desalineados;
movimientos rítmicos involuntarios de los ojos hacia adelante y hacia atrás, hacia arriba y abajo, alrededor o combinado (nistagmo);
visión nublada o borrosa;
visión disminuida;
la luz parece muy brillante o presenta un resplandor o un halo alrededor.
El tratamiento de las cataratas suele implicar una cirugía.
Retinoblastoma. El retinoblastoma es un cáncer raro de la retina. La retina es la capa más interna del ojo, se ubica detrás del ojo y recibe la luz y las imágenes necesarias para ver. Alrededor de 250 niños de los EE. UU. por año son diagnosticados con este tipo de cáncer. Suele producirse en niños menores de cinco años; la incidencia más alta de la enfermedad se produce entre el período de lactancia y los dos años de edad. Afecta a ambos sexos por igual. El retinoblastoma puede producirse en cualquier ojo; no obstante, entre el 25 y el 30 por ciento de los casos, el tumor se presenta en ambos ojos.
Los signos y síntomas del retinoblastoma pueden incluir:
Leucocoria. Un reflejo de luz blanca que se produce en ciertos ángulos cuando se muestra luz en la pupila.
Estrabismo (también se llama "ojos bizcos" u "ojos cruzados"). Un desalineamiento de los ojos, donde uno o ambos ojos parecen no estar "viendo" en la misma dirección.
Dolor, hinchazón o enrojecimiento alrededor de los ojos.
El tratamiento para el retinoblastoma puede incluir una o más de las siguientes opciones:
cirugía (extirpación del ojo, que puede continuarse con el implante de un ojo artificial);
termoterapia (usa calor extremo dirigido a las células cancerígenas);
quimioterapia;
radioterapia;
terapia con láser (usa luz para destruir los vasos sanguíneos que alimentan el tumor);
crioterapia (usa un proceso de congelamiento para destruir el tumor).
Los tratamientos complementarios pueden incluir una o más de las siguientes opciones:
ajuste y entrenamiento para una prótesis (ojo artificial);
entrenamiento de adaptación para la visión disminuida o la ceguera;
servicios de apoyo (para los efectos secundarios del tratamiento);
antibióticos (para prevenir y tratar infecciones).
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