Enfermedades de transmisión sexual

¿Qué son las enfermedades de transmisión sexual (ETS)?

Las ETS son enfermedades infecciosas transmitidas por el contacto sexual. Se calcula que se producen millones de casos nuevos por año en los EE. UU. La mitad de las nuevas infecciones se producen en personas de entre 15 y 24 años.

¿Cómo puede protegerse contra las ETS?

La mejor manera de prevenir el contagio de una ETS es la abstinencia de cualquier tipo de actividad sexual, incluido el sexo oral, vaginal y anal. Sin embargo, si decide ser sexualmente activo o si actualmente es sexualmente activo, existen varias medidas de precaución para ayudar a reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad de transmisión sexual. Estas medidas incluyen las siguientes:

  • mantener una relación mutuamente monogámica con una pareja no infectada;

  • usar (de forma constante y correcta) un condón masculino de látex o femenino de poliuretano, y microbicidas tópicos;

  • usar agujas esterilizadas al inyectar fármacos intravenosos;

  • reducir la susceptibilidad a las infecciones de VIH mediante la prevención y el control de otras ETS;

  • algunos individuos pueden beneficiarse de la profilaxis anterior a la exposición (PrEP) para prevenir contraer la infección con el VIH. hable con su proveedor de atención médica para ver si es adecuada para usted;

  • demorar las relaciones sexuales durante el mayor tiempo posible. Mientras más joven es una persona cuando comienza a tener sexo, más probabilidades tiene de desarrollar una ETS;

  • realizarse controles periódicos de VIH y ETS;

  • conocer los síntomas de las ETS y solicitar ayuda médica lo antes posible si se presenta algún síntoma;

  • evitar las relaciones sexuales durante la menstruación;

  • evitar las relaciones anales o usar un condón masculino de látex y microbicidas tópicos; y

  • evitar las duchas vaginales.

¿Qué hacer ante el diagnóstico de una ETS?

  • Comenzar el tratamiento de inmediato, tomar todo el régimen de medicamentos y seguir el asesoramiento del proveedor de atención médica.

  • No amamantar a un bebé ni usar leche materna para alimentar a un bebé si es VIH positivo.

  • Notificar a su departamento local de salud o a todas las parejas sexuales recientes y animarlas a realizarse controles médicos.

  • Evitar la actividad sexual mientras se encuentra en tratamiento por una ETS.

  • Realizarse un análisis de seguimiento para asegurarse de que la ETS se trató correctamente.

¿Cuáles son algunos tipos comunes de ETS?

De acuerdo con el Instituto Nacional para la Alergia y las Enfermedades Infecciosas (National Institute for Allergy and Infectious Diseases) y los Centros para el Control de Enfermedades, los tipos más comunes de ETS son los siguientes:

  • Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El VIH es un virus que destruye la capacidad del cuerpo de combatir una infección. Las personas con VIH posiblemente no luzcan ni se sientan enfermas durante mucho tiempo después de la infección, pero si no se las diagnostica y trata a tiempo, eventualmente serán muy susceptibles a numerosas enfermedades mortales y a ciertos tipos de cáncer. La transmisión del virus se produce con mayor frecuencia durante la actividad sexual o al compartir agujas que se utilizan para inyectar drogas intravenosas.El VIH puede transmitirse al bebé durante el embarazo, el parto, el nacimiento y la lactancia materna. Pero de acuerdo con los CDC, si una madre sabe que es VIH positiva al comienzo del embarazo y obtiene tratamiento, la transmisión de la madre al bebé puede disminuirse a menos de un 2%.

  • Virus del papiloma humano (VPH).El VPH es una enfermedad de transmisión sexual común. Algunos tipos pueden causar verrugas genitales denominadas condilomas, que pueden presentarse dentro o fuera de la zona de los genitales y pueden contagiarse a la piel cercana o a una pareja sexual. Muchos otros tipos de VPH no producen síntomas, por lo que la infección puede pasar desapercibida. En la mayoría de los casos, el virus desaparece y no produce mayores problemas. Sin embargo, si el virus persiste, las células normales pueden cambiar y convertirse en anormales. Las mujeres con una infección por VPH con tipos de alto riesgo como el VPH 16 y 18 tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino. Los exámenes Pap periódicos pueden detectar una infección por VPH, además de células de cuello uterino anormales. Existen dos tipos de vacunas contra el VPH disponibles para proteger a niñas y mujeres contra los tipos de VPH que causan la mayoría de los tipos de cáncer de cuello uterino. Una de esas vacunas también protege contra la mayoría de las verrugas genitales en niñas y mujeres, y también protege a los niños y hombres adultos contra la mayoría de las verrugas genitales y tumores anales. Si bien existe tratamiento para las verrugas genitales (que a menudo desaparecen por sí solas), el virus permanece y las verrugas pueden reaparecer. Ciertos tipos de VPH también pueden causar verrugas en otras partes del cuerpo (como las manos). Estos tipos se denominan verrugas generalmente y no causan problemas de salud. Si una mujer embarazada tiene un gran número de verrugas genitales, los abultamientos pueden complicar el parto vaginal. Si las verruga bloquean el canal de parto, es posible que se recomiende una cesárea.

  • Infecciones clamidiales. Las infecciones clamidiales, la ETS informada con mayor frecuencia en los EE.UU., pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. Pueden causar un flujo genital anormal y ardor al orinar. En las mujeres, la infección clamidial no tratada puede derivar en enfermedad inflamatoria pélvica (pelvic inflammatory disease, PID). Las infecciones clamidiales pueden tratarse con terapia de antibióticos. Lamentablemente, muchas personas con infecciones clamidiales poseen pocos síntomas o ninguno. Las complicaciones más comunes y graves se presentan en las mujeres e incluyen enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico (tubárico) e infertilidad. La clamidia también puede trasladarse y afectar el recto además de las áreas genitales. Si usted está embarazada y tiene clamidiasis, esta infección puede transmitirse al bebé durante el nacimiento. Esto puede provocar infecciones en los ojos o neumonía en su bebé. Con clamidiasis, también es probable que tenga el bebé muy prematuramente.

  • Gonorrea.. La gonorrea produce una secreción de la vagina o pene, y dolor o dificultad al orinar. Las complicaciones más comunes y graves se presentan en las mujeres e incluyen enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico (tubárico) e infertilidad. Las infecciones de gonorrea pueden tratarse con terapia de antibióticos. La gonorrea también puede trasladarse y afectar el recto además de las áreas genitales. La gonorrea puede transmitirse al bebé en el momento del nacimiento y provocar serias infecciones en los ojos.

  • Herpes genitales. Las infecciones por herpes genitales son causadas por el virus del herpes simple (VHS). Los síntomas pueden incluir ampollas dolorosas o úlceras abiertas en la zona genital, que pueden estar precedidas por sensaciones de hormigueo y ardor en las piernas, las nalgas o la zona genital. Las úlceras del herpes usualmente desaparecen en unas semanas, pero el virus permanece en el organismo y las lesiones pueden volver a ocurrir ocasionalmente. No existe cura para el VHS, pero sí existen agentes antivirales que pueden reducir la duración de un brote y minimizar los síntomas. El VHS puede transmitirse desde la boca (si una persona alguna vez tuvo herpes labial, también causado por el VHS) hacia los genitales durante el sexo oral. El virus puede transmitirse hacia las parejas sexuales incluso si no hay ampollas visibles. Esto se denomina excreción asintomática. El VHS también puede transmitirse al bebé durante el nacimiento y causarle infecciones graves.

  • Sífilis. El síntoma inicial de la sífilis es una llaga abierta indolora que generalmente aparece en el pene, en la vagina o en la piel que rodea cualquier órgano genital. La sífilis no tratada puede avanzar a etapas posteriores que incluyen una erupción que no dura mucho tiempo y, eventualmente, la afectación grave del corazón y el sistema nervioso central. Las infecciones por sífilis pueden tratarse con terapia de antibióticos. Si una mujer embarazada tiene una sífilis sin tratar, la enfermedad puede provocar problemas peligrosos e incluso fatales. La manera en la sífilis congénita afecta al bebé depende de la cantidad de tiempo que la mujer haya tenido la enfermedad y si recibió tratamiento para la infección y cuándo. La sífilis congénita puede causar aborto espontáneo (perder al bebé durante el embarazo), el bebé puede nacer muerto o morir al poco tiempo de nacer. De acuerdo con los CDC, aproximadamente un 40% de los bebés nacidos de mujeres con sífilis sin tratar pueden nacer muetos o morir por la infección durante la infancia.

  • Otras enfermedades que pueden ser de transmisión sexual incluyen las siguientes:

    • vaginosis bacteriana;

    • chancroide;

    • infecciones con citomegalovirus;

    • granuloma inguinal (donovanosis);

    • linfogranuloma venéreo;

    • molusco contagioso;

    • ladilla;

    • sarna;

    • tricomoniasis; e

    • infecciones por candidiasis vaginal.

Datos sobre las ETS y los adolescentes

Las ETS afectan a hombres y mujeres de cualquier origen y nivel económico. Sin embargo, prácticamente la mitad de todos los casos de ETS en los EE. UU. se producen en personas menores de 25 años.

Las ETS se encuentran en aumento, posiblemente debido a que las personas son sexualmente más activas y tienen varias parejas sexuales durante sus vidas.

Muchas ETS no producen síntomas al inicio. Además, muchos síntomas de ETS pueden confundirse con los de otras enfermedades que no se transmiten por contacto sexual, especialmente en las mujeres. Incluso las ETS que no presentan síntomas pueden ser contagiosas.

Las mujeres sufren síntomas más frecuentes y graves de ETS:

  • Algunas ETS pueden extenderse al útero (matriz) y las trompas de Falopio, y causar PID, que puede derivar en infertilidad y embarazo ectópico (tubárico).

  • Las ETS en las mujeres también pueden estar asociadas al cáncer de cuello uterino.

  • Las ETS pueden transmitirse de una madre a su bebé antes o durante el nacimiento. Algunas infecciones del recién nacido pueden tratarse correctamente, pero otras pueden causar una discapacidad permanente o incluso la muerte del bebé.

Cuando se diagnostican a tiempo, muchas ETS pueden tratarse correctamente.