El sistema inmunitario

¿Qué es el sistema inmunitario?

El sistema inmunitario protege el cuerpo de su hujo de invasores externos tales como bacterias. virus, hongos y toxinas (sustancias químicas producidas por los microbios). Está constituido por diferentes órganos, células y proteínas que trabajan conjuntamente.

El sistema inmunitario consta de dos partes principales: el sistema inmunitario innato, que es el con el que se nace, y el sistema inmunitario adaptativo, el cual se adquiere cuando el cuerpo está expuesto a microbios o a las sustancias químicas que liberan los microbios. Estos dos sistemas inmunitarios trabajan conjuntamente.

El sistema inmunitario innato es el sistema de respuesta rápida de su hijo, el cual patrulla su cuerpo y produce la primera respuesta cuando encuentra un invasor. El sistema inmunitario innato es heredado y se encuentra activo desde el momento que nace su hijo. Cuando este sistema reconoce a un invasor, entra en acción inmediatamente. Las células de este sistema inmunitario rodean y encierran al invasor. Luego el invasor es eliminado dentro de la células del sistema inmunitario. Estas células se llaman fagocitos.

El sistema inmunitario adquirido, con la ayuda del sistema inmunitario innato, produce células (anticuerpos) para proteger a su cuerpo de invasores específicos. Estos anticuerpos son desarrollados por las células llamadas linfocitos B después de que el cuerpo ha estado expuesto al invasor. Estos anticuerpos permanecen en el cuerpo de su hijo. Pueden tardarse varios días para que estos anticuerpos se desarrollen, pero después de la primera exposición, el sistema inmunitario reconocerá al invasor y lo defenderá contra él. El sistema inmunitario adquirido va cambiando a lo largo de la vida de su hijo. Las vacunas entrenan al sistema inmunitario de su hijo para que produzca anticuerpos que lo protejan de enfermedades dañinas.

Las células de ambas partes del sistema inmunitario se originan en varios órganos del cuerpo.

 

Anatomía del sistema inmunológico
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  • Adenoides. Dos glándulas ubicadas en la parte posterior del conducto nasal.

  • Médula ósea. El tejido suave y esponjoso que se encuentra en las cavidades óseas.

  • Ganglios linfáticos. Pequeños órganos con forma de frijol que se encuentran por todo el cuerpo y se conectan a través de los vasos linfáticos.

  • Vasos linfáticos. Red de canales por todo el cuerpo que transportan linfocitos hacia los órganos linfoides y el torrente sanguíneo.

  • Placas de Peyer. Tejido linfático en el intestino delgado.

  • Bazo. Órgano del tamaño de un puño ubicado en la cavidad abdominal.

  • Timo. Dos lóbulos que se unen por delante de la tráquea, detrás del esternón.

  • Amígdalas. Dos masas ovaladas en la parte posterior de la garganta.

¿Cómo ayudan los antibióticos a combatir las infecciones?

Los antibióticos pueden usarse para ayudarle al sistema inmunitario de su hijo a combatir infecciones causadas por bacterias. Sin embargo, los antibióticos no son eficaces para tratar enfermedades causadas por virus. Los antibióticos fueron desarrollados para eliminar o incapacitar bacterias específicas. Esto significa que un antibiótico que funciona para una infección de la piel no puede funcionar para curar la diarrea provocada por otra bacteria. El uso de antibióticos para tratar infecciones virales o utilizar el antibiótico equivocado para tratar una infección bacteriana puede ayudar a que las bacterias se vuelvan resistentes a los antibióticos y por lo tanto no funcionen bien en el futuro. Es importante que los antibióticos se tomen como se recetaron y durante el tiempo correcto. Si se deja de tomar antibióticos antes de tiempo, las bacterias pueden desarrollar resistencia a los antibióticos y la infección puede reaparecer.

También es importante resaltar que la mayoría de los resfriados y las infecciones de bronquitis aguda NO responderán a los antibióticos. Usted puede ayudar a disminuir la propagación de bacterias más agresivas si no toma antibióticos en estas situaciones.