La necrólisis epidérmica tóxica es un desorden de piel que pone en riesgo la vida. Causa ampollas y descamación de la piel. Puede deberse a reacciones a medicamentos. Una forma más leve se conoce como el sindrome de Stevens-Johnson.
La afección por lo general se dispara durante las primeras 8 semanas de estar usando un medicamento nuevo. Puede deberse a medicamentos para:
Gota
Convulsiones
VIH
Infecciones causadas por Mycoplasma pneumoniae o citomegalovirus
En casos aislados, la afección puede deberse a:
Una vacuna
Medicamento a base de hierbas
Contacto con productos químicos
Un niño corre riesgo de tener necrólisis epidérmica tóxica si tiene:
SIDA/VIH
Sistema inmunitario débil
Antecedentes familiares de necrólisis epidérmica tóxica o síndrome de Stevens-Johnson
Los síntomas pueden ser levemente distintos en cada niño. Pueden incluir:
Descamación de la piel en tiras con o sin ampollas, que deja grandes áreas en carne viva
Un área enrojecida y dolorosa de la piel que se extiende rápidamente
Fiebre alta y síntomas similares a la gripe 1 a 3 días antes de que se descame la piel
Dolor con la exposición al sol (fotofobia)
Fatiga, dolor en los músculos y las articulaciones
Dificultad para tragar
La afección puede extenderse a los ojos, la boca o la garganta. Y puede extenderse a los genitales, la uretra o el ano. La pérdida de piel permite que los fluidos y sales supuren por las áreas dañadas y en carne viva y se pueden infectar fácilmente.
Los síntomas de la necrólisis epidérmica tóxica pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Asegúrese de que su hijo consulte a su proveedor de atención médica para tener un diagnóstico.
El proveedor de atención médica le preguntará sobre los síntomas de su hijo y sus antecedentes de salud. También puede preguntarle qué medicamentos ha tomado su hijo recientemente. También le hará un examen físico a su hijo. A su hijo pueden además hacerle pruebas y análisis tales como:
Biopsia de piel. Le tomarán una muestra pequeña de piel y se analizará con ayuda de un microscopio.
Cultivos. Son análisis simples para ver si hay infección. Pueden hacerse cultivos de sangre, piel y membranas mucosas.
El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y la salud general de su hijo. También variará según la gravedad de la afección. Si un medicamento está causando la reacción de piel, su hijo dejará de tomarlo de inmediato. La enfermedad avanza rápidamente, por lo general en 3 días. Su hijo necesitará que lo traten en el hospital. Puede que lo coloquen en la unidad de quemados del hospital. Eso es porque el tratamiento es similar al que se le da a un niño con quemaduras. O puede que a su hijo lo traten en la unidad de cuidados intensivos (UCI). El tratamiento puede incluir:
Aislamiento para prevenir las infecciones
Vendajes protectores
Líquidos y electrolitos por vía IV
Antibióticos
Inmunoglobulina G por vía IV, para evitar más daños al sistema inmune
Esteroides por vía IV
Alimentación mediante sonda nasogástrica, de ser necesario
Examen ocular de un oftalmólogo y rápidos cuidados oculares con limpieza de párpados y lubricación diaria
Las complicaciones pueden incluir:
Cambios en el color de su piel
Crecimiento de muchos lunares que no tienen aspecto normal (nevi)
Crecimiento anormal de las uñas de las manos y los pies
Pérdida del cabello
Cicatrices en la piel, de una infección moderada a severa
Cambios oculares
Cambios bucales incluida enfermedad periodontal
Daños en los pulmones
No se conoce ninguna forma de prevenir esta enfermedad. Pero un niño que tiene la enfermedad debe evitar todos los posibles disparadores. Un episodio futuro de la enfermedad puede resultar mortal. Su hijo debe evitar no solo el medicamento que provocó la reacción, sino todos los medicamentos de la misma clase. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo para saber qué tipo de medicamentos debe evitar su hijo.
Busque atención médica de inmediato si su hijo tiene problemas de piel después de tomar un medicamento nuevo.
La necrólisis epidérmica tóxica es un desorden de la piel que pone en riesgo la vida y causa ampollas y descamación de la piel.
Por lo general se dispara durante las primeras 8 semanas de estar usando un medicamento nuevo.
Por lo general, primero se producen síntomas similares a los de la gripe y fiebre alta. Luego se producen cambios en la piel. Entre ellos, enrojecimiento doloroso, descamación y áreas en carne viva.
Si su hijo tiene fiebre y cambios en la piel después de empezar a tomar un medicamento nuevo, busque atención médica de inmediato.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita al proveedor de atención médica de su hijo:
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
En la consulta, anote los nombres de los nuevos medicamentos, tratamientos o pruebas y análisis, y toda nueva instrucción que su proveedor le dé para su hijo.
Si su hijo tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo puede comunicarse con el proveedor de su hijo después del horario de consultorio. Es importante por si su hijo se enferma y usted necesita hacer preguntas o pedir un consejo.
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