Es posible realizar transfusiones de diferentes componentes de la sangre. Las más comunes son las transfusiones de glóbulos rojos. Si el médico de su hijo ha decidido que es necesaria una transfusión de sangre, o sus derivados (hemoderivados), él le explicará los motivos. Existen diversas razones por las que su hijo puede necesitar una transfusión de sangre, entre ellas se encuentran las siguientes:
Pérdida repentina de sangre por un traumatismo
Anticipación de pérdida de sangre, o pérdida real, durante una cirugía
Valores bajos del hemograma antes, durante o después de la cirugía
Enfermedad pulmonar o cardiopatía severas
Insuficiencia de la médula ósea
Anemia de moderada a severa producto de tratamientos con radiación, como por ejemplo la quimioterapia
La sangre humana está compuesta de un líquido llamado "plasma" que transporta glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Cada componente de la sangre tiene funciones especiales y puede separarse de los demás. La médula ósea es el material esponjoso y suave del interior de los huesos que produce la mayoría de las células sanguíneas del cuerpo.
Los glóbulos rojos transportan el oxígeno de los pulmones a otros órganos del cuerpo, y dióxido de carbono de vuelta a los pulmones. Se requiere una determinada cantidad de estas células para que el cuerpo funcione. La hemorragia provocada por un traumatismo, cirugía o enfermedad puede producir un recuento bajo de glóbulos rojos.
Los glóbulos blancos combaten las infecciones destruyendo bacterias, virus y demás gérmenes. Las transfusiones de glóbulos blancos no son habituales. En general, se las reserva para niños con un recuento bajo de glóbulos blancos e infección grave que no responde al tratamiento con antibióticos.
Las plaquetas ayudan a controlar las hemorragias formando coágulos en los vasos sanguíneos abiertos por una lesión o cirugía. Es posible que el cuerpo no pueda generar suficientes plaquetas debido a trastornos de la médula ósea, un aumento de la destrucción de las plaquetas o la administración de medicamentos, como la quimioterapia. Puede realizarse una transfusión de plaquetas antes de un procedimiento capaz de causar una hemorragia en un niño con un bajo recuento de plaquetas.
El plasma transporta las células sanguíneas por todo el cuerpo y contiene proteínas, vitaminas y minerales. Algunas de estas proteínas favorecen la coagulación de la sangre. Es posible realizar una transfusión de plasma o plasma fresco congelado a niños con deficiencia severa de ciertos componentes coagulantes de la sangre.
La sangre utilizada en la mayoría de los hospitales procede de donantes voluntarios. A los donantes no se les paga por donar sangre o sus derivados. Cada donante de sangre debe responder preguntas sobre su historia clínica y someterse a un examen físico limitado antes de ser aceptado. La sangre donada se analiza minuciosamente para detectar virus de hepatitis B y C, sífilis, enfermedad de Chagas, virus del Nilo Occidental y anticuerpos contra dos virus de inmunodeficiencia, incluido el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH o HIV, por sus siglas en inglés). Estos análisis reducen las probabilidades de que se produzcan infecciones relacionadas con la transfusión.
La sangre se recolecta y almacena en bolsas estériles. Las bolsas se utilizan una vez, y luego se desechan. Antes de proceder con la transfusión, la sangre es sometida a pruebas cruzadas ("cross matching") con la sangre de su hijo para asegurarse de que sea compatible. La sangre se administra mediante una aguja o catéter colocado en la vena. Mientras se está administrando la sangre, se controla constantemente la temperatura, presión arterial y frecuencia cardíaca del niño. Todo el proceso puede durar unas pocas horas.
Una donación de sangre dirigida (o designada) es una transfusión en la que una persona dona sangre que se reserva (en el momento de la donación) para la transfusión a un paciente específico en una fecha posterior. El donante suele ser un miembro de la familia o un amigo íntimo elegido por la familia del paciente. Consulte al médico de su hijo si está interesado en recibir más información sobre la donación dirigida. Se recomienda que las familias donen en nombre del niño en vez de una donación dirigida, porque si la sangre dirigida no se necesita, se desecha. La sangre debe donarse un mes antes de la cirugía. Si no se la utiliza, quedará disponible. Una donación autóloga consiste en recolectar sangre del paciente con anticipación a una cirugía planificada.
No existe ninguna prueba de que los donantes dirigidos sean más seguros que los voluntarios. No toda la sangre de un donante dirigido será compatible con la sangre del paciente.
La mayoría de las transfusiones se efectúan sin ningún problema. Los efectos adversos leves pueden incluir síntomas de una reacción alérgica, como dolor de cabeza, fiebre, comezón o erupción. Este tipo de reacción puede tratarse normalmente con medicamentos, si su hijo necesita más transfusiones. Los efectos adversos graves no son frecuentes, y pueden incluir dificultad para respirar y disminución repentina de la presión arterial. Las reacciones provocadas por transfusiones pueden ocurrir incluso si la sangre donada es del grupo correcto. Una transfusión de un grupo de sangre incompatible puede ser fatal. No obstante, es poco probable que esto suceda, porque el personal médico controla toda la sangre varias veces.
Conéctese con nosotros:
Descarga nuestra App: