Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)

¿Qué es el virus de la inmunodeficiencia humana?

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, su sigla en inglés es HIV) provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA, su sigla en inglés es AIDS), enfermedad que mata o altera las células del sistema inmune y destruye progresivamente la capacidad del cuerpo de luchar contra las infecciones y ciertos cánceres. El término SIDA se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH.

¿Cómo se transmite el VIH?

Generalmente, el VIH se transmite a través del contacto sexual con una persona infectada. Otra forma de transmisión es el contacto con sangre infectada, en especial, al compartir agujas, jeringas o equipo para administración de drogas con una persona infectada con el virus. La mayoría de los bebés con VIH contraen la infección durante la gestación a través de la madre que padece el virus. Según los Institutos Nacionales de la Salud (Nacional Institutes of Health, su sigla en inglés es NIH), la transmisión vertical (de madre a hijo) del VIH durante el embarazo, el trabajo de parto, el parto o la lactancia es responsable casi todos los casos registrados de SIDA en los niños estadounidenses.

¿Cuáles son los síntomas del VIH?

El virus VIH puede ocasionar una enfermedad parecida a la gripa en el plazo de un mes o dos después de la exposición, aunque muchas personas no desarrollan ningún síntoma. Es posible que los bebés que nacen con el virus manifiesten síntomas persistentes o graves dentro de los dos primeros años de vida.

Los síntomas del VIH pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre consulte al médico de su bebé para obtener un diagnóstico.

Los Institutos Nacionales de Medicina (National Institutes of Medicine), el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists), la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) y otras organizaciones de la salud recomiendan realizar una prueba de detección del virus a todas las embarazadas. El cuidado prenatal, que incluye terapia, pruebas y tratamiento para el VIH, tanto para las madres como para los bebés infectados, salva vidas y ahorra recursos. Las recomendaciones actuales para las madres VIH positivas incluyen tomar una serie de medicamentos durante el embarazo y el trabajo de parto. Asimismo, se practican análisis de sangre para verificar la concentración de virus. Los recién nacidos de madres VIH positivas también reciben medicamentos. Los estudios han encontrado que dandole a una madre medicamentos antirretrovirales durante el embarazo, trabajo de parto, y parto puede disminuir la probabilidad de transmisión del VIH al bebé a menos del 2 por ciento.

Es posible que se recomiende un parto por cesárea para las mujeres VIH positivas De este modo se puede reducir la transmisión del virus al bebé, especialmente cuando la madre recibe medicamentos. El VIH también se puede transmitir a través de la leche materna. Los estudios demostraron que la lactancia materna aumenta el riesgo de transmisión del VIH en alrededor del 14 por ciento. Actualmente, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) recomienda que las mujeres VIH positivas reciban asesoramiento de forma que puedan tomar una decisión informada para elegir el método de alimentación más seguro para sus hijos. Dado que la leche materna contiene el virus, las madres VIH positivas no deben amamantar a sus bebés.