La vulvitis es simplemente una inflamación de la vulva, los pliegues blandos de piel que rodean a la vagina. Esto no es una afección. Es un síntoma que puede ser consecuencia de múltiples enfermedades, infecciones, lesiones, alergias y otros irritantes. El diagnóstico y el tratamiento de esta afección pueden resultar frustrantes dado que con frecuencia es difícil determinar la causa específica de la irritación.
La vulvitis puede deberse a uno o más de los siguientes factores:
Papel higiénico perfumado o de color
Jabón o espuma para baño perfumados
Champúes o acondicionadores
Detergentes para la ropa (en especial las fórmulas para "lavado en frío" activadas por enzimas)
Desodorantes, spray y talcos vaginales
Espermicidas
Condones
Cremas, jaleas y espumas anticonceptivas, nonoxinol-9 y lubricantes
Tinturas
Emolientes
Productos de higiene personal como tampñones y toallitas
Aceite del árbol del té
Medicamentos anestésicos tópicos
Medicamentos antibacterianos tópicos
Medicamentos antimicóticos tópicos
Corticosteroides tópicos
Medicamentos tópicos usados para tratar las verrugas genitales
Duchas vaginales
El agua caliente de la bañera y de la piscina
Las prendas íntimas sintéticas sin interior de algodón
El roce contra el asiento de la bicicleta
El uso de un traje de baño mojado durante mucho tiempo
Andar a caballo
Infecciones, como ladillas (pediculosis) o ácaros (sarna)
Infecciones como las causadas por hongos, tricomonas, herpes, sífilis, VPH, molusco contagioso
Dermatosis, como psoriasis así como también otras que son menos comunes
Enfermedad de Crohn
Cualquier mujer con determinadas alergias, sensibilidades, infecciones o enfermedades puede desarrollar vulvitis. Las niñas que aún no han llegado a la pubertad y las mujeres posmenopáusicas en ocasiones desarrollan vulvitis, posiblemente debido a niveles inadecuados de estrógeno.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la vulvitis. Sin embargo, cada adolescente puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas de la vulvitis pueden incluir:
Enrojecimiento e hinchazón de los labios y otras partes de la vulva
Comezón insoportable
Ampollas transparentes, llenas de líquido. Aparecen cuando la vulva está especialmente irritada
Parches blanquecinos, escamosos, dolorosos y engrosamiento de la piel. Son más comunes en la vulvitis crónica de la vulva
Los síntomas de la vulvitis pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Hable siempre con el proveedor de atención médica de su hija adolescente para recibir un diagnóstico.
Además de la historia clínica y un examen físico y pélvico completo, los procedimientos para diagnosticar la vulvitis pueden incluir:
Análisis de sangre
Análisis de orina
Análisis para enfermedades de transmisión sexual ("STD", por sus siglas en inglés)
Biopsia
Prueba para identificar microbios
El proveedor de atención médica de su hija determinará el tratamiento específico para la vulvitis basándose en lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia clínica
La seriedad de los síntomas
La causa de la afección
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Las expectativas respecto de la evolución del trastorno
Su opinión o preferencia
El tratamiento puede incluir:
Medidas de autoayuda (como el hecho de evitar los irritantes externos que se saben pueden causar la vulvitis)
Baños de asiento con compuestos calmantes que ayudan a controlar la comezón
Cremas
Medicamentos tópicos, como cremas esteroides o antimicóticas que apuntan a tratar la causa
Medicamentos orales que apuntan a tratar la causa
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