El síndrome antifosfolípido es una enfermedad autoinmunitaria. Esto sucede cuando su sistema inmunitario combate células normales.
En presencia de esta afección, su cuerpo produce anticuerpos que atacan un tipo de grasa (fosfolípidos) en las células. Eso causa muchos problemas. Hace que su sangre se coagule con demasiada facilidad. También es posible que su cuerpo produzca anticuerpos anticardiolipina. La cardiolipina es un tipo de grasa de las células.
Esta enfermedad suele causar:
Trombosis. Esto ocurre cuando se forman coágulos de sangre en sus arterias o venas, especialmente en sus piernas. Si los coágulos se forman en los vasos sanguíneos de su cerebro, usted podría tener un ataque cerebral. Los coágulos también pueden causar un bloqueo de las arterias que llegan a los pulmones. Esto puede poner en riesgo la vida.
Trombocitopenia. Esto se presenta cuando su sangre tiene pocas plaquetas. Estas son células necesarias para que su sangre se coagule.
Pérdida de embarazo (aborto espontáneo). Esto puede suceder más de una vez.
Este problema afecta más a las mujeres que a los hombres. Las mujeres que tienen esta afección tienen más probabilidades de tener problemas en los embarazos. No se sabe si el síndrome antifosfolípido empeora o se mantiene igual durante el embarazo.
Esta afección también se conoce como síndrome de Hughes, síndrome de la sangre pegajosa y síndrome de anticuerpos antifosfolípidos.
Se desconoce la causa de esta afección. Es posible que sea causado por factores del medio ambiente y sus genes. Parece transmitirse de padres a hijos en algunas familias.
Las personas que tienen esta afección no presentan síntomas fijos. Suele descubrirse cuando una mujer:
Tuvo un coágulo de sangre en una vena profunda o en una arteria.
Tiene pocas plaquetas.
Tiene un ataque cerebral o un miniataque cerebral.
Tiene coágulos de sangre en los pulmones.
Tiene abortos espontáneos sin causa aparente.
Experimenta destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica)
Presenta livedo reticularis, un problema que se manifiesta en la piel con un patrón en forma de red de color morado.
Es frecuente que esta afección sea difícil de diagnosticar. Su proveedor de atención médica le preguntará sobre sus antecedentes de salud. Le preguntará sobre coágulos de sangre y embarazos. También le harán un examen.
Su proveedor de atención médica pedirá, además, análisis de sangre. Pueden incluir análisis para verificar lo siguiente:
Anticoagulantes lúpicos
Anticuerpos anticardiolipina
Anti-β2-glicoproteínas
Es posible que su proveedor de atención médica necesite repetir todo o algunos de estos análisis para confirmar su diagnóstico.
El tratamiento de esta afección incluye con frecuencia medicamentos anticoagulantes. Es posible que usted necesite distintos medicamentos o distintas cantidades de medicamento durante el embarazo.
Si usted tiene esta afección y está embarazada, su proveedor de atención médica la vigilará cuidadosamente. Probablemente tendrá que hacerse chequeos con más frecuencia. Usted también puede necesitar hacerse los siguientes exámenes:
Niveles de coagulación en su sangre.
Detectar signos de presión arterial alta.
Ecografía. Este estudio muestra sus órganos internos y la circulación de la sangre por los vasos. También se hace para verificar el crecimiento, el desarrollo y el bienestar de su bebé.
Monitoreo cardíaco fetal. Este estudio verifica la frecuencia cardíaca de su bebé. Busca detectar signos de sufrimiento fetal.
Estudios de ecografía Doppler. Este procedimiento verifica la circulación de la sangre en su útero y en el cordón umbilical.
Recibir atención prenatal temprana y colaborar estrechamente con su proveedor de atención médica puede aumentar sus probabilidades de tener un embarazo sano.
Esta enfermedad puede causar problemas serios durante el embarazo tanto para usted como para su bebé. Las mujeres que tienen esta afección también corren el riesgo de tener otros problemas. Por ejemplo:
Ataque cerebral
Coágulos de sangre
Presión arterial alta en el embarazo (preeclampsia o toxemia)
Mortinato
Abortos espontáneos múltiples
Crecimiento fetal insuficiente
Nacimiento pretérmino
El síndrome antifosfolípido es una enfermedad que dura toda la vida. Las mujeres necesitan tratamiento. Esto reducirá sus probabilidades de que se le formen coágulos de sangre. También reducirá su riesgo de tener problemas como ataque cerebral y aborto espontáneo.
Los medicamentos pueden reducir su riesgo de tener coágulos de sangre, pero de todos modos pueden formarse. Es importante seguir el plan de atención de su proveedor de atención médica y hacerse los exámenes con la frecuencia que le recomiende. Los grupos de apoyo pueden ayudarle a encontrarse con otras personas que tienen su afección. Pregunte a su proveedor de atención médica sobre grupos de apoyo en su área.
Llame enseguida a su proveedor de atención médica si presenta signos de ataque cerebral o coágulo de sangre.
Los síntomas de ataque cerebral incluyen dificultades para hablar, sonreír, mover sus brazos o caminar. Los signos de un coágulo de sangre incluyen dolor o hinchazón de pierna y dificultades para respirar.
Usted también debe llamar a su proveedor de atención médica si está sangrado o le aparecen moretones más que lo normal.
El síndrome antifosfolípido es una enfermedad autoinmunitaria. Puede causar coágulos de sangre que ponen en riesgo la vida.
Si usted tiene esta afección durante un embarazo, su proveedor de atención médica la vigilará cuidadosamente.
Los medicamentos pueden ayudar a reducir su riesgo de tener coágulos de sangre, pero de todos modos pueden formarse.
Recibir atención prenatal temprana y colaborar con su proveedor de atención médica puede aumentar sus probabilidades de tener un embarazo saludable.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita a su proveedor de atención médica:
Tenga en mente la razón de su visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
Lleve a alguien con usted para que le ayude a hacer las preguntas y para que recuerde lo que el proveedor le dice.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé su proveedor.
Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo le ayudará. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si usted no toma el medicamento o no se hace el análisis o procedimiento.
Si tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.
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