Causas del cáncer

¿Cuáles son las causas del cáncer?

El cáncer no tiene una única causa. Los científicos creen que el cáncer es producto de la interacción conjunta de muchos factores. Los factores que intervienen pueden ser ocasionados por las características genéticas, ambientales o constitucionales de un individuo.

El diagnóstico, tratamiento y pronóstico del cáncer en niños es diferente al de los pacientes adultos. Las principales diferencias se encuentran en el índice de supervivencia y en la causa del cáncer. El índice de supervivencia de los niños con cáncer es del 83 por ciento, mientras que el de los adultos es del 68 por ciento. Se cree que esta diferencia se debe a que los niños responden mejor a la terapia y pueden tolerar tratamientos más agresivos.

Los cánceres en niños a menudo se producen o comienzan en las células madre, que son células simples capaces de producir otros tipos de células especiales que el cuerpo necesita. En general, el cambio celular esporádico (al azar) o mutación es la causa del cáncer infantil. En los adultos, las células epiteliales son más propensas a convertirse en cancerosas. Estas células recubren las cavidades y la superficie del cuerpo. El cáncer es originado por exposiciones ambientales a estas células con el transcurso del tiempo. El cáncer en adultos recibe el nombre de adquirido por ese motivo.

¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer?

Según se ha mencionado anteriormente, ciertos tipos de cáncer, especialmente en adultos, se han asociado con exposiciones reiteradas a los factores de riesgo. Un factor de riesgo es todo aquello que puede aumentar la probabilidad que tiene una persona de desarrollar una enfermedad. Un factor de riesgo no necesariamente causa la enfermedad, pero puede hacer que el cuerpo sea menos resistente a ella. Se ha sugerido que los siguientes mecanismos y factores de riesgo propician el cáncer:

  • Factores vinculados al estilo de vida como fumar, las dietas con alto contenido graso y el manejo de sustancias químicas tóxicas, son algunos de los ejemplos que pueden ser factores de riesgo de cáncer en adultos. Sin embargo, la mayoría de los niños que padecen cáncer son demasiado pequeños como para haber estado expuestos a estos factores durante un período de tiempo prolongado.

  • Los antecedentes familiares y los factores hereditarios y genéticos pueden jugar un papel importante en ciertos tipos de cáncer infantil. Es posible que en una familia haya casos de cáncer de diferentes formas en más de una ocasión. En estas circunstancias, no se sabe si la enfermedad es producto de una mutación genética, de la exposición a sustancias químicas cerca de la vivienda de la familia, de la combinación de estos factores o de una mera coincidencia.

  • Ciertos trastornos genéticos, como por ejemplo el síndrome de Wiskott-Aldrich y de Beckwith-Wiedemann, conocidos por alterar el sistema inmunológico. El sistema inmunológico es un sistema complejo que se encarga de proteger al cuerpo de infecciones y enfermedades. La médula ósea produce células que luego maduran y forman parte del sistema inmunológico. Una de las teorías sostiene que las células de la médula ósea, las células madre, se dañan o se vuelven defectuosas. En consecuencia, al reproducirse generan células anormales o cancerosas. La causa del defecto en las células madre puede estar relacionada con un defecto genético hereditario o con la exposición a alguna toxina o virus.

  • La exposición a ciertos tipos de virus, como el virus Epstein-Barr y el VIH, que causa el SIDA. Estos virus se asociaron a un incremento en el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer en niños, como el linfoma Hodgkin y no Hodgkin. Es posible que el virus altere una célula de alguna manera. En consecuencia, esta célula produce una célula alterada. Con el tiempo, estas alteraciones se convierten en una célula cancerosa que produce nuevas células cancerosas.

  • Exposición ambiental. Se han realizado investigaciones sobre la exposición a pesticidas, fertilizantes y cables de alta tensión para comprobar si tienen una relación directa con el cáncer infantil. Se ha comprobado la presencia de cáncer en niños de distintos vecindarios o ciudades que no mantenían ningún vínculo entre sí. Se desconoce si el cáncer es causado por la exposición a estos agentes durante el embarazo o la infancia, o si solo se trata de una coincidencia.

  • Ciertas formas de radiación y quimioterapia en dosis elevadas. En algunos casos, los niños que han estado expuestos a estos agentes pueden desarrollar un nuevo cáncer en una etapa posterior de su vida. Estos fuertes agentes anticancerígenos pueden alterar las células o el sistema inmunológico. El nuevo cáncer surge como consecuencia del tratamiento del otro cáncer.

¿Cómo afectan los genes el desarrollo del cáncer?

El descubrimiento de ciertos tipos de genes que contribuyen al cáncer ha sido un desarrollo muy importante en la investigación del cáncer. Se observa que la mayoría de los tipos de cáncer presentan una cierta alteración genética. Algunas de estas alteraciones son hereditarias, mientras que otras son esporádicas, es decir que se producen por azar o por exposiciones ambientales (durante muchos años en la mayoría de los casos). A continuación se enumeran los tres tipos principales de genes que pueden afectar el crecimiento de las células y se alteran (mutan) en ciertos tipos de cáncer:

  • Oncogenes. Estos genes regulan el crecimiento normal de las células. En general, los científicos definen a los oncogenes como la "llave de encendido" del cáncer que la mayoría de las personas tiene en el cuerpo. Se desconoce el motivo por el que esta llave "se activa" y de repente impide que estos oncogenes controlen el crecimiento normal de las células, permitiendo así que comiencen a crecer las células cancerosas anormales.

  • Genes supresores de tumores. Estos genes pueden reconocer el crecimiento y la reproducción anormales de células dañadas o cancerosas para interrumpir su reproducción hasta que se corrija el defecto. Sin embargo, si los genes supresores de tumores mutan y no cumplen su función en forma apropiada, es posible que crezca un tumor.

  • Genes reparadores de desajustes. Estos genes ayudan a reconocer errores cuando se copia el ADN para producir una célula nueva. Si el ADN no se "ajusta" perfectamente, estos genes reparan el desajuste y corrigen el error. Sin embargo, cuando estos genes no cumplen su función en forma apropiada, los errores del ADN se pueden transmitir a las células nuevas, dañándolas en consecuencia.

Por lo general, la cantidad de células en cualquier tejido del cuerpo está bien controlada, de manera tal que las nuevas células se generen para un crecimiento y desarrollo normales, y para reemplazar células muertas. En última instancia, el cáncer es una pérdida de este equilibrio debido a alteraciones genéticas que inclinan la balanza a favor de un crecimiento celular excesivo.