Adolescente y temas relativos a la enfermedad crónica y al trasplante

La adolescencia en sí misma es un proceso de desarrollo estresante incluso para los jóvenes saludables físicamente. Las enfermedades crónicas que se producen durante esta etapa complican aún más el desarrollo del adolescente. La enfermedad crónica, las exigencias del tratamiento, las internaciones y la cirugía (cuando es necesaria) intensifican la preocupación sobre el aspecto físico, interfieren con el proceso de adquisición de independencia y perturban las relaciones cambiantes del adolescente con padres y amigos. Además, los problemas de desarrollo del adolescente complican la transición del joven hacia la toma de responsabilidad para controlar su enfermedad y aprender a respetar el tratamiento recomendado.

Complicaciones de desarrollo por enfermedades crónicas

Los adolescentes que enfrentan enfermedades agudas o crónicas son más propensos a experimentar mayores preocupaciones y temores cuando su enfermedad o los requisitos médicos para su atención entran en conflicto con las siguientes cuestiones normales de su desarrollo:

  • Problemas con la imagen corporal. Los adolescentes suelen concentrarse en los diferentes cambios que se producen en su cuerpo. Las enfermedades crónicas intensifican estas preocupaciones con temores o distorsiones relacionadas con su enfermedad (como el miedo a que una cicatriz quirúrgica interfiera con su atractivo físico o su capacidad de usar cierta ropa). Es útil:

    • Estimular a los adolescentes a compartir sus preocupaciones relacionadas con el cuerpo y cómo se verá afectado por la enfermedad o el tratamiento.

    • Informar a los adolescentes sobre los efectos físicos de los medicamentos y el tratamiento previstos. Fomentar la discusión sobre las formas de reducir o de sobrellevar esos efectos.

  • Desarrollo de la independencia. La enfermedad crónica frecuentemente interfiere con la comodidad que siente el adolescente al depender cada vez menos de sus padres. En general, los padres de un adolescente con una enfermedad crónica son más reacios a los esfuerzos de su hijo por actuar de manera independiente. A continuación se enumeran algunas maneras de enfrentar este conflicto sin desatender los requisitos médicos de la enfermedad crónica:

    • Incluya a los adolescentes en las discusiones relacionadas con su salud (por ejemplo, preocupaciones actuales sobre su enfermedad o elecciones de tratamiento).

    • Enséñeles todo lo necesario para que, en la medida de lo posible, puedan cuidarse solos.

    • Estimúlelos a que se hagan cargo de las necesidades de su tratamiento tanto como sea posible.

    • Intente desarrollar en el adolescente la aptitud para sobrellevar los problemas o las preocupaciones que puedan surgir en relación con su enfermedad.

  • Relaciones con sus pares. Las enfermedades crónicas y los tratamientos a menudo interfieren con el tiempo que el adolescente comparte con sus pares o que pasa en el ambiente escolar, que es su principal entorno social. Las cuestiones de autoestima relacionadas con la propia aceptación y la de los demás se potencian como resultado de la enfermedad crónica y las necesidades del tratamiento relacionadas. Para abordar estas preocupaciones, tenga en cuenta lo siguiente:

    • Aliente a que su hijo comparta la mayor cantidad de tiempo posible con sus amigos.

    • Analice qué cosas compartir con los amigos.

    • Ayude al adolescente a encontrar formas de responder ante las bromas de sus pares.

    • Fomente el buen humor.

    • Estimule y ayude a que los amigos de su hijo le brinden apoyo.

Incumplimiento del tratamiento médico y los adolescentes

A medida que los adolescentes con enfermedades crónicas aprenden más sobre ellas y son alentados a hacerse cargo de las mismas, es común que intenten tomar sus propias decisiones sobre el control de su enfermedad. A menudo, disminuyen la dosis de su medicación o dejan de tomarla sin consultar a su médico. Si bien este comportamiento puede ser normal en cuanto al desarrollo, puede crear la necesidad de una intervención médica adicional. Los sentimientos de ira o vergüenza relacionados con padecer una enfermedad crónica, o la incapacidad de discernir cómo sobrellevar sus sentimientos, podrían hacer que el adolescente no cumpla con las técnicas de control o el tratamiento recomendados. Por ejemplo, los adolescentes con diabetes son más propensos a realizar malas elecciones de alimentación cuando están con sus amigos. Es importante que los padres y profesionales de la salud que trabajan con adolescentes los ayuden a desarrollar formas emocionalmente sanas de vivir con su enfermedad crónica y sus requerimientos de control de la misma. Algunas formas de ayudar a los adolescentes a lidiar con las complicaciones que supone una enfermedad crónica en el desarrollo pueden incluir las siguientes:

  • Anímelos a compartir sus ideas y preocupaciones con los profesionales de la salud.

  • Si, debido al incumplimiento de las recomendaciones de tratamiento, un adolescente con una enfermedad crónica llega a un estado de salud inestable, promueva la conversación sobre lo sucedido en vez de reprenderlo.

  • Enseñe y aliente aptitudes para la resolución de problemas relacionados con su enfermedad. Hágale preguntas, como por ejemplo: "¿Qué crees que harías si...?" O: "¿Qué piensas que sucedería si...?". Estimule a los adolescentes a realizar el mismo tipo de preguntas.

  • Recurra a los servicios de salud mental cuando:

    • Un adolescente parece abrumado por sus problemas emocionales relacionados con padecer una enfermedad crónica.

    • Su patrón de incumplimiento persiste.

    • El desarrollo del adolescente experimenta un retroceso, su comportamiento demasiado dependiente persiste, o si el adolescente se retrae y deja de interesarse por actividades propias de su edad.

Cuestiones relacionadas con los trasplantes y los adolescentes

Para cualquier persona, la necesidad de un trasplante de órganos es difícil de entender, aceptar y sobrellevar. Además, el estrés emocional y psicológico tiene un impacto en todos los integrantes de la familia.

Las aptitudes cognitivas del adolescente se encuentran en desarrollo, y la idea de enfrentarse a un trasplante estimula en él pensamientos, preocupaciones y cuestionamientos sobre su cuerpo, sus relaciones y su vida.

Entre los factores importantes que resultan eficaces para ayudar a los adolescentes a enfrentar la experiencia de un trasplante se incluyen los siguientes:

  • Sea honesto con su hijo sobre la enfermedad y las necesidades de atención médica.

  • Incluya a su hijo en las discusiones y en la toma de decisiones relacionadas con la necesidad del trasplante, los beneficios y los riesgos involucrados. Esto es muy importante para ayudarlo a sobrellevar el proceso y la vida después del trasplante.

  • La comunicación de apoyo es fundamental. Estimule a su hijo a que pregunte y exprese sus temores y sentimientos sobre el modo en que esto afecta su vida.

  • Las preocupaciones sobre la muerte y la posibilidad de morir son difíciles de abordar. Sin embargo, es importante tratar este tema cuando se enfrenta cualquier situación que ponga en peligro la vida.

  • Promueva la esperanza.

  • Fomente el buen humor, ya que ayuda a reducir el estrés.

  • Intente que los amigos de su hijo lo visiten durante su estadía en el hospital, en la medida de lo posible.

  • Consiga ayuda profesional para tratar aquellos temores, sentimientos y conductas problemáticas que experimente el adolescente u otros integrantes de la familia.