El síndrome nefrótico provoca la cicatrización o daño a la parte filtrante de los riñones (glomérulos). Esto provoca la pérdida de demasiada proteína que se pierde desde la sangre a la orina.
Las personas con síndrome nefrótico a menudo tienen:
Niveles muy altos de proteína en la orina (proteinuria)
Bajos niveles de proteína en la sangre (hipoalbuminemia)
Hinchazón (edema), especialmente alrededor de los ojos, los pies y las manos
Colesterol alto
El síndrome nefrótico es resultado del daño a los glomérulos de los riñones. Estos son los diminutos vasos sanguíneos que filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre y los envían a la vejiga en forma de orina.
Sus glomérulos mantienen la proteína en el cuerpo. Cuando están dañados, la proteína se filtra en la orina. Los riñones sanos permiten que menos de 1 gramo de proteína se pierda en la orina en un día. En el caso del síndrome nefrótico, los glomérulos permiten que 3 gramos o más de proteína se filtran en la orina durante un período de 24 horas.
El síndrome nefrótico puede ocurrir con otros problemas de salud, tales como la enfermedad renal causada por la diabetes y trastornos del sistema inmunológico. También puede desarrollarse después de daños causados por infecciones virales.
No siempre se conoce la causa del síndrome nefrótico.
El síndrome nefrótico es un conjunto de síntomas. Estos son los más comunes:
Presión sanguínea alta
Hinchazón en pies y manos, y alrededor de los ojos
Aumento de peso con retención de líquidos e hinchazón
Signos de infección, como fiebre, o un recuento elevado de glóbulos blancos
Hinchazón y dolor relacionado con coágulos de sangre a medida que la sangre se vuelve más gruesa
Orina espumosa que aparece a partir de la pérdida de proteínas del cuerpo en la orina evacuada
Los síntomas del síndrome nefrótico pueden parecerse a los de otras afecciones u otros problemas de salud. Siempre hable con su proveedor de atención médica para tener un diagnóstico.
Su proveedor de atención médica revisará su historia clínica y le hará un examen físico. Otras pruebas pueden incluir lo siguiente:
Revisiones de la presión arterial.
Medición de los niveles de colesterol
Medición de los niveles de proteína en la orina y en la sangre
Biopsia de riñón (examen de una muestra de tejido del riñón)
Su proveedor de atención médica determinará el mejor tratamiento según:
Su edad
Su estado general de salud y su historia clínica
Qué tan enfermo está
Qué tan bien puede manejar medicamentos, procedimientos o tratamientos específicos
Cuánto tiempo se espera que dure la afección
Su opinión o preferencia
Su proveedor de atención médica tratará de encontrar la causa subyacente. También intentará controlar la presión arterial y el colesterol, y reducir la proteína en la orina.
Los medicamentos pueden incluir:
Inhibidores de la ECA o bloqueante de los receptores de la angiotensina ("ARB", por sus siglas en inglés). Estos reducen la presión arterial y se pueden usar en personas con diabetes para proteger los riñones.
Corticoesteroides. Pueden recetarse para reducir la hinchazón y la inflamación dentro del glomérulo. También ayudan a evitar que el sistema inmunológico ataque a los tejidos sanos.
Diuréticos. Se utilizan con precaución para disminuir la cantidad de inflamación.
Medicamentos modificadores del sistema inmunológico. Estos medicamentos se utilizan para evitar que su sistema inmunológico ataque a los glomérulos.
Medicamentos para reducir el colesterol. Se pueden recetar si sus niveles de triglicéridos y colesterol son altos.
Anticoagulantes. Estos son medicamentos anticoagulantes y pueden recetarse si se desarrollan coágulos sanguíneos.
Antibióticos o medicamentos antivirales. Estos se utilizan para tratar la causa infecciosa subyacente.
Dieta. Una dieta especial puede ayudar a retrasar la necesidad de diálisis y deshacerse del exceso de líquido y las toxinas que se acumulan. Evite la sal para prevenir más hinchazón. Evite las grasas y colesterol. Asegúrese de comer proteínas magras.
La diálisis se utiliza en casos extremos para eliminar líquidos y toxinas cuando sus riñones tienen la capacidad de filtrado muy deteriorada.
Las complicaciones graves del síndrome nefrótico incluyen insuficiencia renal o enfermedad renal en etapa terminal (ESRD). Esto requiere diálisis a corto o a largo plazo. Los coágulos sanguíneos y la infección son otras complicaciones. Estos ocurren debido a la pérdida de proteína en la orina (proteinuria).
No se pueden prevenir todas las causas del síndrome nefrótico. Para evitar el daño de los glomérulos:
Asegúrese de que su presión arterial esté bien controlada.
Si tiene diabetes, asegúrese de que su azúcar en la sangre esté controlada.
Manténgase al día con las vacunas que ayudan a prevenir las infecciones comunes. Esto es especialmente cierto si trabaja o vive cerca de personas que tienen hepatitis y otras infecciones virales.
Finalice el tratamiento con todos los antibióticos recetados. No deje de tomar los antibióticos, porque es posible que se sienta mejor. Y, no los guarde para una fecha posterior.
Si sus síntomas empeoran o si tiene síntomas nuevos, informe a su proveedor de atención médica.
El síndrome nefrótico se desarrolla cuando hay daños en la parte filtrante de los riñones (glomérulo). Esto se traduce en la pérdida de proteína en la orina (proteinuria).
La pérdida de las proteínas de la sangre permite que el fluido se escape de los vasos sanguíneos a los tejidos cercanos, lo que causa la inflamación.
La sangre dentro de los vasos sanguíneos se espesará con la pérdida de líquido en el tejido. Y esto aumenta el riesgo de un coágulo sanguíneo.
Su cuerpo va a tratar de sustituir las proteínas perdidas mediante el aumento de la producción a través del hígado. Eso puede provocarle alto nivel de colesterol.
Tendrá que evitar el exceso de sodio y la ingesta de líquidos para prevenir el empeoramiento de la acumulación de líquido en el tejido.
Los medicamentos se usan para tratar la causa subyacente o ayudar a que su cuerpo se deshaga del exceso de líquido.
La diálisis puede ser necesaria si se desarrolla insuficiencia renal, lo que puede ocurrir en casos extremos.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita a su proveedor de atención médica:
Tenga en mente la razón de su visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
Lleve a alguien con usted para que le ayude a hacer las preguntas y para que recuerde lo que el proveedor le dice.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé su proveedor.
Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo le ayudará. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si usted no toma el medicamento o no se hace el análisis o procedimiento.
Si tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.
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