Debe informar de inmediato a su proveedor de atención médica de la presencia de determinadas señales en cualquier etapa del embarazo. Estas señales pueden incluir, entre otras, los siguientes:
Pérdida de sangre o líquido por la vagina.
Visión borrosa o alteración de la visión.
Dolores de estómago o de espalda inusuales o intensos.
Dolores de cabeza frecuentes, intensos y/o constantes.
Contracciones (que se contraigan los músculos de su estómago), antes de la semana 37, si se dan cada diez minutos o con más frecuencia.
Disminución de los movimientos del bebé después de la semana 28.
Mareos.
Diarrea y vómito en exceso.
Fiebre o escalofríos.
Dolor o ardor al orinar.
Inflamación del rostro, los dedos y los pies.
Incapacidad de tolerar alimentos o líquidos.
Espasmos musculares.
Tiene pensamientos de herirse a sí misma o de herir a su bebé.