Las teorías más viejas acerca de las migrañas sugirieron que los síntomas se debían posiblemente a fluctuaciones en el flujo de la sangre al cerebro. Ahora muchos investigadores de la cefalea saben que esos cambios en el flujo de la sangre y vasos sanguíneos no inician el dolor, pero es posible que influyan.
La creencia actual respecto del dolor migrañoso ha avanzado más hacia la fuente del problema, ya que los avances tecnológicos y la investigación han allanado el camino a una mejor comprensión. Hoy, se comprende ampliamente que los compuestos químicos y las hormonas, como la serotonina y el estrógeno, con frecuencia juegan un papel en la sensibilidad al dolor para quienes sufren de migraña.
Un aspecto de la teoría del dolor de la migraña explica que el dolor de migraña se presenta debido a ondas de actividad por grupos de células cerebrales excitables. Estas desencadenan productos químicos, como la serotonina, para estrechar los vasos sanguíneos. La serotonina es una sustancia química necesaria para la comunicación entre las células nerviosas. Puede causar estrechamiento de los vasos sanguíneos de todo el cuerpo.
Cuando cambian los niveles de serotonina o estrógeno, el resultado para algunos es una migraña. Los niveles de serotonina pueden afectar a ambos sexos, mientras que los niveles fluctuantes de estrógeno afectan a las mujeres solamente.
Para las mujeres, los niveles de estrógeno varían de forma natural durante el ciclo de vida, lo que aumenta durante los años fértiles y disminuye más tarde. La mujeres en edad de procrear también experimentan cambios mensuales en los niveles de estrógeno. Las migrañas en las mujeres están asociadas con frecuencia con estos niveles fluctuantes de hormonas y pueden explicar por qué las mujeres tienen más probabilidades de tener migrañas que los hombres.
Algunas investigaciones sugieren que cuando los niveles de estrógeno se elevan y luego caen, esto puede provocar contracciones en los vasos sanguíneos. Esto, a su vez, conduce a dolor palpitante. Otras investigaciones sugieren que los niveles más bajos de estrógeno hacen que los nervios faciales y del cuero cabelludo sean más sensibles al dolor.
Las personas que tienen migrañas pueden identificar los desencadenantes que parecen comenzar la aparición de los síntomas. Algunos posibles desencadenantes incluyen los siguientes:
Estrés y otras emociones
Condiciones biológicas y ambientales, como los cambios hormonales o exposición a la luz u olores
Fatiga y cambios en el patrón de sueño de la persona
Luz deslumbrante o parpadeante
Cambios de las condiciones del tiempo
Ciertos alimentos y bebidas
La American Headache Society (Sociedad Americana de Cefalea) sugiere documentar diariamente los desencadenantes de un dolor de cabeza. Llevar consigo esta información cuando visite a su proveedor de atención médica le ayudará al profesional a identificar las estrategias de manejo del dolor de cabeza.
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