La neuritis óptica es un trastorno que afecta el ojo y la vista. Ocurre cuando el nervio óptico se inflama.
El nervio óptico envía mensajes desde sus ojos al cerebro para posibilitar la interpretación de imágenes visuales. Cuando el nervio óptico se irrita e inflama, no transmite los mensajes al cerebro con tanta precisión. Como resultado, las imágenes no se ven claramente.
La neuritis óptica puede afectar su vista y causarle dolor. Cuando las fibras de los nervios se inflaman, el nervio óptico también puede comenzar a hincharse. Esta inflamación generalmente afecta a un ojo, aunque también puede afectar ambos al mismo tiempo.
La neuritis óptica puede afectar tanto a adultos como a niños. La causa subyacente no se conoce completamente; sin embargo, los expertos creen que una infección viral puede provocar que el sistema inmunológico ataque al nervio óptico como si fuera un invasor externo.
La pérdida de la visión por neuritis óptica generalmente alcanza su máximo efecto a unos días del comienzo y mejora luego de 4 a 12 semanas.
La causa de la neuritis óptica no siempre es clara. Puede deberse a una infección, aunque es una enfermedad común en las personas que padecen esclerosis múltiple (EM), un trastorno neurológico progresivo. Cerca del 50 % de las personas que tienen EM desarrollan neuritis óptica. Suele ser el primer síntoma de EM.
Usted corre un riesgo mayor de padecer neuritis óptica si:
Los siguientes problemas de la vista ocurren generalmente con la neuritis óptica:
Los síntomas de la neuritis óptica pueden presentar diversos grados de gravedad. Un mayor grado de inflamación en el nervio óptico causa síntomas más notorios.
El simple hecho de que tenga síntomas graves no significa necesariamente que la neuritis óptica no vaya a desaparecer. Además, no todas las personas que padecen neuritis óptica tienen problemas de vista. Es posible que el nervio óptico se inflame sin afectar la visión. Mediante una evaluación médica detallada del ojo, es posible detectar la neuritis óptica incluso si no tiene síntomas.
Su proveedor de atención médica puede diagnosticar la neuritis óptica mediante estas pruebas:
Se pueden realizar más pruebas para determinar la causa subyacente de la neuritis óptica. Sin embargo, no siempre es posible identificar una causa específica.
En algunos casos, es posible que no necesite tratamiento para la neuritis óptica. Luego de unas semanas, puede desaparecer por sí sola y la vista volverá a la normalidad. Esto es más probable si no tiene otra afección de la salud que haya causado la neuritis óptica.
En ocasiones, su proveedor de atención médica puede recomendarle un tratamiento breve con esteroides, que generalmente se inyectan vía intravenosa para que su vista mejore más rápidamente y para minimizar la inflamación e hinchazón.
También es posible que deba seguir un tratamiento para otra afección de la salud si esta se considera la causa de la neuritis óptica.
Tomar corticoesteroides a largo plazo puede causar efectos secundarios que pueden afectar todo el cuerpo, como un nivel alto de azúcar en la sangre, aumento de peso y problemas óseos. En general, es poco probable que los corticoesteroides generen un mejor resultado que dejar que la afección siga su curso. Sin embargo, el uso de esteroides vía intravenosa puede ayudar a prevenir futuros episodios de neuritis óptica en personas con ciertos cambios cerebrales detectados en resonancias magnéticas.
Si tiene dolor de ojos o problemas con la vista, acuda a su médico para que le haga un examen ocular. Si ya le han diagnosticado neuritis óptica, llame a su médico si los síntomas cambian, empeoran o no mejoran.
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita a su proveedor de atención médica:
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