En pocas palabras, las articulaciones temporomandibulares (ATM) son las dos articulaciones que sujetan los maxilares al cráneo. Más específicamente, son las articulaciones que se deslizan y giran en frente de cada oreja, y se componen de la mandíbula (maxilar inferior) y el hueso temporal (el lado y la base del cráneo). Según la Asociación Dental Americana, las articulaciones temporomandibulares se encuentran entre las articulaciones más complejas del cuerpo. Estas juntas, junto con varios músculos, permiten que la mandíbula se mueva hacia arriba y hacia abajo, de lado a lado y hacia adelante y hacia atrás. Cuando la mandíbula y las articulaciones están debidamente alineadas, las acciones musculares lisas, tales como masticar, hablar, bostezar y tragar, pueden tener lugar. Cuando estas estructuras (músculos, ligamentos, hueso de la mandíbula, maxilar inferior, ATM) no están alineados, ni sincronizados en movimiento, pueden ocurrir varios problemas.
Los trastornos temporomandibulares (TTM) son los trastornos de los músculos de la mandíbula, las articulaciones temporomandibulares y/o los nervios asociados con el dolor facial crónico. Cualquier problema que impide que el complejo sistema de músculos, huesos y articulaciones de trabajar juntos en armonía puede resultar en el trastorno temporomandibular.
El Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial, parte de los Institutos Nacionales de Salud, clasifica las categorías de TTM por los siguientes criterios:
El dolor miofascial. Esta es la forma más común de TTM, que es un malestar o dolor en los músculos que controlan la función maxilar, el cuello y los músculos del hombro.
Desequilibrio interno de la articulación. Esto significa una mandíbula dislocada o un disco, o una lesión del cóndilo (el borde redondeado del maxilar).
Enfermedad articular degenerativa, como la osteoporosis o artritis reumatoide en la articulación de la mandíbula.
Una persona puede tener una o más de estas condiciones al mismo tiempo.
En muchos casos, la causa real de este trastorno no puede ser claro. A veces, la causa principal es la tensión excesiva en las articulaciones de la mandíbula y el grupo de músculo que controla la masticación, la deglución y el habla. Esta tensión podría ser el resultado del bruxismo -, apretamiento involuntario habitual o rechinar de los dientes. Pero un traumatismo en la mandíbula, la cabeza o el cuello puede causar TTM. La artritis y el desplazamiento de los discos articulares de la mandíbula también pueden causar dolor de TTM. En otros casos, otra condición médica dolorosa como la fibromialgia o el síndrome del intestino irritable puede solaparse con o amplificar el dolor de TTM. Un estudio reciente realizado por el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial identificó clínica, psicológica, sensorial, genética, y factores del sistema nervioso que pueden poner a una persona en mayor riesgo de desarrollar TTM crónico.
Los siguientes son los signos y síntomas más comunes del TTM. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los signos y síntomas pueden incluir:
Molestias o dolor en la mandíbula (a menudo prevalece más en la mañana o por la tarde)
Dolores de cabeza
Dolor que se irradia detrás de los ojos, en la cara, los hombros, el cuello y/o espalda
Los dolores de oído o zumbido en los oídos (no causados por una infección del conducto auditivo interno)
Sonidos o chasquidos de la mandíbula
El bloqueo de la mandíbula
Movimientos bucales limitados
Apretar o rechinar los dientes
Mareo
Sensibilidad de los dientes sin la presencia de una enfermedad de la salud bucal
Entumecimiento o sensación de hormigueo en los dedos
Un cambio en la forma en que los dientes superiores e inferiores encajan
Los síntomas de TTM pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas médicos. Consulte a un dentista o a su médico para su diagnóstico.
Su médico o dentista determinarán su tratamiento específico para el TTM con base en:
Su edad, su estado general de salud y su historia clínica
La gravedad de la enfermedad
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Sus expectativas respecto de la evolución de la enfermedad
Su opinión o preferencia
El tratamiento puede incluir:
Descanso de la articulación temporomandibular (ATM)
Los medicamentos y/o analgésicos
Las técnicas de relajación y manejo del estrés
Modificación de la conducta (para reducir o eliminar el apretamiento de los dientes)
Fisioterapia
Un aparato ortopédico o protector bucal usado en la boca (para reducir el bruxismo)
Formación posturas
Modificación de la dieta (para descansar los músculos de la mandíbula)
Hielo y compresas calientes
Cirugía
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